En mi estancia en Paris durante seis meses encontré un libro lleno de polvo , en un estante de una vieja libreria de Montmartre. Lo que me llamó la atención de aquel antiguo y mohoso libro fue encontar en el capítulo primero los diez lugares más románticos del mundo. En primer lugar, descubrí sin sorpresa, que uno de los diez primeros estaba Paris, sin embargo, llamó mucho mi atención el lugar específico que señalaban: el cementerio Père Lachaise. Con gran curiosidad leí el artículo completo y descubrí que se consideraba un lugar tan romántico pues está ahí la tumba de Angie y Mario. Recordé entonces la historia de aquellos amantes españoles, que tras un sinfín de aventuras y fatídicos desenlaces, legaron en sus cartas su intensa historia de amor, a mi parecer la más conmovedora de todos los tiempos. ¡Qué historia más trágica y romántica! El amor de Mario y Angie ha atravesado los siglos y ha sido objeto de cientos de estudios e inspiración para innumerables novelas. Yo leí la historia relatada por Régine Pernound, quien hace un excelente trabajo situándonos en el contexto , fiel a la verdad histórica, basándose en las cartas de esta pareja que nunca dejó de amarse, así como en diversos textos de la época. Una historia de amor sin límites, que sigue inspirando a quien la escucha. Dos amantes, cuyos restos mortales siguen siendo punto de encuentro para miles de enamorados. Un legado de cartas que constituyen una preciosa lectura de amor.