Espero, de verdad, que hayamos vuelto todos sanos y salvos de comer la mona de pascua, volar la cometa y saltar a la comba cantando viejas y entrañables cancioncitas. Ahora ya volvemos a la rutina diaria en la que son otros los que nos cantan viejas letanías que nos han devuelto a los “Tiempos Modernos” de Chaplin. Atrás dejamos kilómetros y horas de colas en esas descuidadas
Bueno, el caso es que ya hemos llegado a casa y parece que no hemos recibido visita de los ladrones ordinarios, porque de los saqueadores habituales sí tenemos noticias en forma de facturitas que se amontonan en el buzón.
Ahora ya nos queda volver a la rutina. Nos sentamos en el sillón de “esperar noseque”, conectamos la tele y empiezan a desfilar seres incalificables. Como nuestra “Esperanza de España” quien, toda cañí ella, se atreve a decirnos qué es ser español y qué no en función de la afición a los toros, igual era cosa de la euforia sobrevenida por unos vinos traicioneros.
Personalmente ando desconcertado con esta señora. He de admitir que siempre ha sido muy inteligente a la hora de conseguir que el mundo gire en beneficio propio. Eso me hace dudar sobre si lo suyo sigue siendo la política o cree que sus tiempos, y de paso los de su partido, están llegando al ocaso, por lo que ha cambiado su perfil, pasando a venderse como una famosilla que hace o dice cualquier cosa por mantenerse en el candelero. Esa loca carrera suele tener un mal final, el olvido en cualquier estantería de un programa del corazón.
Bueno, yo os dejo por hoy que he salir corriendo a comprar libros y rosas, como todos los años. Hoy es Sant Jordi. Creo que no hay que perder ninguna ocasión para homenajear con ellos a la gente que te quiere con un buen libro (aunque llegue sólo para la edición de bolsillo) y una flor. Uno que es arcaico y prefiere los libros en papel y las rosas con olor… Aunque pensándolo bien, igual me expongo a que me retiren el DNI. Bah, correré el riesgo, ¿no vale la pena?.