Existe una explicación mucho más sencilla y menos tenebrosa, ya aportada hace años por Bjorn Lomborg en su libro El ecologista escéptico: dado que la frecuencia de relaciones sexuales de los varones occidentales ha aumentado en ese periodo, no se pueden concentrar los espermatozoides del mismo modo que antes, y la concentración es menor, y no es necesario suponer que ha bajado su producción; el cálculo según las encuestas sobre la frecuencia de relaciones de los occidentales permite explicar completamente este descenso.
Existe una explicación mucho más sencilla y menos tenebrosa, ya aportada hace años por Bjorn Lomborg en su libro El ecologista escéptico: dado que la frecuencia de relaciones sexuales de los varones occidentales ha aumentado en ese periodo, no se pueden concentrar los espermatozoides del mismo modo que antes, y la concentración es menor, y no es necesario suponer que ha bajado su producción; el cálculo según las encuestas sobre la frecuencia de relaciones de los occidentales permite explicar completamente este descenso.