La primera gala, no resultó ser tan distinta de cuando el programa se emitía en TVE. Sin embargo cuando comenzaron las expulsiones se abrió la caja de Pandora. La Esteban no dejaba de ganar y sus compañeros que se esforzaban infinitamente más que ella se tenían que resignar a salir uno detrás del otro, muy a pesar del jurado.
La gala final fue realmente una parodia. Edurne nos hizo disfrutar de un baile espectacular, de una calidad que no está al alcance de todo el mundo. Mientras tanto, Belén hizo lo que es propio de ella, bailar pisando huevos. A pesar de este contraste, y de que me sigo resistiendo a pensar que vivo en un país donde se prefiere lo chabacano a lo profesional, ganó la co-presentadora del gran programa que es Sálvame.
En cuanto a Pilar Rubio, no se puede decir que lo haya hecho mal. Muchos dicen que Anne Igartiburu tenía más elegancia para este programa, aun así Pilar ha sabido mantenerse en un segundo plano dejando el protagonismo para los bailarines.
Telecinco es un negocio, y les da muy bien. Este programa fue concebido para crear más morbo y que la gente se deje el dinero mediante los SMS. Hay muchas cosas mejores en las que gastarse el dinero que en un programa de Telecinco. Un reality en el que sus famosos se disfrazan de defensores de la solidaridad, dando los premios a buenas causas pero cobrando unos cheques desorbitados por cada gala.