Con el establecimiento de un nuevo tipo de relaciones de Estados Unidos con Cuba, surgen múltiples interrogantes. René González Sehwerert, quien fuera agente de seguridad del Estado cubano en los años 90, lo acompaña una interrogante y por eso ha dicho que le preocupa lo que estará pasando en muchas cabezas de esta época.
Personas, por cierto, que cometieron muchos crímenes dedicando dineros y esfuerzos para dañar a Cuba y que de pronto ven que su amo decide que los caminos que ellos tomaron ya no sirven, en tanto ellos son los principales derrotados.
González es uno de los cinco cubanos a quienes en Cuba llaman héroes y en Miami espías. En entrevista con La Jornada de México sostiene que la actual hora es el principio del fin de las misiones terroristas que se montaron desde Florida contra Cuba.
Dentro del área de los gobernantes cubano se hace conciencia de que no es una tarea sencilla para la sociedad, que está absolutamente alejada de toda práctica del mercado, que es esencia del capitalismo. Lo más seguro es que se puede afirmar que Estados Unidos terminó admitiendo que durante 55 años su bloqueo no ha funcionado y que por ello hay que acercarse a Cuba de otra manera.
Ahora se está ante una cuestión de principios, donde los países deben relacionarse de una manera civilizada más allá de sus diferencias. Por eso se puedo sostener que para ambos países se está ante un momento de desafíos, pero también de muchas oportunidades para mejorar la vida de dos pueblos, particularmente el cubano. Y esto será posible en la medida que ambas partes entiendan que los cubanos tienen todo el derecho a seguir soñando con el socialismo, que por cierto no será el que hemos conocido hasta hora. Pero también es una oportunidad para Estados Unidos de hacer lo correcto, quitándose la mancha imperialista que ha pesado demasiado.
Esta actualización del pensamiento sobre la realidad actual, también requerirá del esfuerzo de los promotores de la revolución cubana, como forma de poder establecer con Estados Unidos un escenario de diálogo y de construcción del futuro.
Las próximas décadas no podrán ser analizadas con las actuales estructuras del pensamiento, tanto si se pertenece a la sociedad estadounidense o a la sociedad cubana. Para América Latina y el Caribe la paz va a residir en esos dos países que deberán tomarle el pulso a los dirigentes y a los pueblos en general, donde no predomine la desconfianza y los prejuicios.
Fuente: republica