En principio podemos considerarlo como un plato de dieta pero os puedo asegurar que está delicioso y todos sus ingredientes se complementan haciendo de él un bocado sabroso y saludable.
El ingrediente estrella es la quínoa. Una de las plantas con mayor contenido en omega 3 y muy bajo contenido en grasas. Por su aspecto puede parecer un cereal, pero no lo es, aunque se cocina de igual forma. Es originario de los Andes y fue la base de la alimentación de Incas y Aztecas.
Junto con las espinacas (uno de los vegetales que contienen mas proteínas y fibra), los tomates secos y el aporte graso del queso, el plato para mi gusto, queda muy rico y apetecible.
La cocina ligera y sana no tiene porque ser aburrida ni insípida, y aquí tenéis la prueba.
Os cuento como hacerlo:
INGREDIENTES para 2 pax:
100 g de quínoa250 g de espinacas frescas1 diente de ajo grandeTomates secos en aceite de olivaQueso CamembertSal2 vasos y medio de caldo de pollo
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será lavar la quínoa.
Después, la pondremos a cocer con el caldo, 15-20 minutos aproximadamente, el caldo debe evaporarse por completo. Reservamos.
Cortamos los tomates secosy el ajo en láminas finas. Los freímos en una sartén, a fuego medio, usaremos el aceite de los propios tomates secos, hasta que el ajo coja un poco de color. En este punto añadimos las espinacas limpias y salteamos un par de minutos, -se hacen muy rápidas-, añadimos la quínoa y damos unas vueltas en la sartén para que se integren los sabores. Apagamos el fuego y añadimos el Camembert, a nuestro gusto, con el propio calor de las espinacas el queso empezará a fundirse.
Y a disfrutar de un rico plato de lo más saludable.