Espinete no existe
Autor: Eduardo Aldán
Editorial: Plaza Janés
ISBN: 9788401343223
Páginas: 245
Sinopsis
¿Te has preguntado alguna vez por qué los clicks de Playmobil no tienen codos? ¿Habías oído hablar de Torrevieja antes de ver el Un, dos, tres? ¿Todavía consideras al bollito Pantera Rosa como repostería fina? Si te has planteado alguna de estas cuestiones, es que pasaste tu infancia en los setenta o los ochenta y, llegado el momento, tuviste que afrontar la mayor decepción de todas: darte cuenta de que ESPINETE NO EXISTE.
Eduardo Aldán te hará mas llevadero este trauma invitándote a revivir las emociones de tu infancia a través de las pequeñas cosas que han marcado a varias generaciones de españoles: el material escolar, las chucherías, los juguetes o la televisión. (Sinopsis de la editorial)
Reseña de Mustis
Espinete no existe está dividido en varias secciones: los juguetes, la tele, el cole, la merienda, los quioscos, los días especiales y los ídolos. Los que, como yo, hayáis vivido vuestra infancia en los 80, vais a encontrar en cada sección un montón de fotografías que os harán viajar a esa época y os traerán maravillosos recuerdos. Además, los textos de Eduardo Aldán siempre tienen ese toque nostalgicómico, como el propio libro nos dice, consiguiendo en muchas ocasiones arrancarnos una sonrisa.
Ha habido muchas partes con las que me lo he pasado genial. Por ejemplo, cuando habla sobre el "Un, dos, tres" Aldán se pregunta si hoy en día Torrevieja será una especie de colonia de exconcursantes del programa, ya que su premio estrella siempre fue el apartamento en esta localidad.
He podido también recordar cosas que tenía olvidadas, como el helicóptero de Tulipán, tan famoso en los anuncios de esos años, los chicles Niña que tanto me gustaban, o los libros de lectura del colegio, los famosos Senda de Santillana, que muchos de vosotros habréis disfrutado tanto como yo y a los que guardaréis un cariño especial (¿Verdad que recordáis a Pandora, a Panocha o a Totó?)
Eduardo Aldán
En fin, seguro que seguirán saliendo libros sobre los 80, pero a mí nunca llegarán a cansarme. Siempre miro en las librerías a ver si se ha publicado alguno nuevo para, por lo menos, echarle un vistazo a ver qué nuevos recuerdos me vienen a la mente. Con Espinete no existe he disfrutado mucho y seguiré haciéndolo, porque es el típico libro al que siempre podremos volver cuando pasemos por delante de nuestra estantería, abrir por cualquiera de sus páginas y experimentar esa sensación tan bonita reviviendo una parte de nuestra infancia.
Agradecemos a Plaza Janés el envío de este ejemplar