Como hemos comentado en columnas anteriores existen ciertas características o formas de conducta personales que se asocian con las personas emprendedoras. Aunque teóricamente estas formas de conducta son clasificadas de muy diversa manera, existe coincidencia con respecto a la importancia de muchas de ellas. Esta columna las analizará en sucesivas entregas.
La primera conducta personal emprendedora es la capacidad de fijación de metas. Es fundamental y sobre ella reposa cualquier otra actividad que se pretenda emprender. Es decir nadie puede iniciar un camino si no sabe de previo a donde quiere ir.
En este sentido muchos autores hablan respecto a la importancia y beneficios de tener metas claras. En un sentido amplio Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” indica que cualquier persona cumple diversos roles o papeles en su vida, en promedio quizá siete u ocho, y para cada uno debería tener claridad de objetivos y equilibrio entre ellos. Inclusive habla del beneficio de escribir su propia misión y objetivos de vida, los cuales posteriormente deberían ser los guías de los objetivos de cada rol. Como se aprecia es un proceso que parte de una concepción inicial de qué es lo que quiero de la vida.
Esto es sumamente importante pues ser una persona empresaria emprendedora, por ejemplo, debe estar inmerso dentro de un proyecto de vida con objetivos claros y concretos. Un emprendedor exitoso graduado del TEC, Iván Sanabria cofundador de la empresa Artisoft, dijo en una conferencia dictada en el TEC que el primer paso del emprendedor exitoso es tener una visión de lo que se quiere alcanzar y una meta clara. Así como él podemos hallar muchos ejemplos más respecto a la importancia de contar con metas claras como preámbulo para cualquier actividad que se desee emprender.
¿Pero como podemos hacer para establecer metas claras?. Pareciera que lo primero es tener un plan de vida mas o menos definido. Si bien es cierto la vida es muy variable, también es cierto que las personas con una noción clara son normalmente las mas exitosas, entendiendo el éxito como el logro de los objetivos que la misma persona se auto impone. No debemos delimitar exclusivamente el éxito a un solo ámbito, ya sea financiero, político, o cualquiera otro.
Hay muchas formas y literatura de apoyo para hacer lo anterior. El mismo Covey sugiere como primer paso escribir su propia epitafio, imaginarse su propia muerte y escribir lo que desearía ver reflejado al final de su vida.
Otra forma es responder una serie de preguntas especificas como las siguientes: ¿cómo se ve a si mismo dentro de 20 años?, ¿qué estará haciendo?, ¿cómo se ve dentro de 10 años?, ¿qué estará haciendo?. El proceso se sigue sucesivamente hasta llegar a un margen de tiempo de un año. Las preguntas deben responderse en forma específica, con un listado concreto de resultados deseados.
Una vez que se tiene el marco general ( vale agregar que este no es un proceso lineal, es decir pueden haber idas y venidas, arreglos o modificaciones) se pasa a lo especifico. La persona emprendedora empresaria, por ejemplo, debería hacer un proceso similar para su empresa. Lo primero es escribir una misión, visión y “cuasi epitafio” empresarial.
¿Qué desea realmente con esta empresa?. Un reciente estudio del BID, en el cual participamos, indagó entre 1.500 personas aproximadamente y concluye que para la mayoría de ellas el haber creado su propia empresa era un modo de vida, de aplicar sus conocimientos además de mejorar sus ingresos. Entonces, además del factor económico (obviamente nadie pone una empresa para ser pobre) qué factores realmente son importantes. ¿Es un asunto de aplicar sus conocimientos de una forma tal que resulte motivadora?, ¿es quizás un asunto de independencia, necesidad de logros, amor por el riesgo?. O podría ser ¿un asunto meramente de supervivencia, una ilusión de convertirse millonario?. En fin cualquier objetivo es válido puesto que es suyo, nadie lo hará por usted pero debe tenerlo claro desde el principio.
Con objetivos claros lo demás digamos que es un poco de logística. Es decir obviamente la parte mas difícil está por venir, pero al menos existen estudios, técnicas y apoyo para dirigir su propia empresa (siguiendo con el ejemplo), pero difícilmente existan para decirle a usted que hacer con su vida y objetivos.
Finalmente recuerde que todo lo anterior debe abordarse como un proceso, digamos de decantado, que inicia con objetivos de vida generales hasta metas concretas de corto plazo. Además esas METAS deben ser: Medibles, Específicas, Temporales, Alcanzables, y de Significado personal.
Autor Juan Carlos Leiva B.
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