La cantante británica vive atrapada entre la creación y la autodestrucción
"Suena afroamericana, pero es judía británica. Parecesexy, pero no juega a eso. Es joven, pero suena vieja. Canta con sofisticación, pero es vulgar hablando. Su música es melosa, pero sus letras son desagradables", en palabras del crítico de música de The Guardian y The Observer Garry Mulholland. Es Amy Winehouse. Un fenómeno.Magnífico artículo, escrito por Walter Oppenheimer en EL PAIS.