Ahora, Carolina ha tomado la determinación de no soportar más las infidelidades de Pablo y ha dejado la casa que compartió con él.
“Estoy perfectamente bien, no me afecta. Me siento tranquila en mi casa y con mi hija; gracias a Dios, estoy bien con ella. En fin, no tengo nada que decir”, declaró escuetamente Carolina a TV Notas.
Tal parece que Pablo Montero anda descontrolado pues el escándalo que lo rodea no solo se refiere a su relación de pareja sino también a su temperamento.
En un programa radiofónico de México se comentó el día de ayer que el artista abofeteó a su asistente por las dificultades que tuvo para regresar de Venezuela y presentarse en Querétaro. También se dijo que el estado de ebriedad del cantante era evidente en una rumba que se lanzo en Caracas donde le monto tremendos cuernos a su mujer con una reconicida vedette Venezolana "Diosa Canales" y que hasta dejó sin ropa a uno de sus mariachis, luego de asegurar a su público que continuaría cantando mientras siguieran aplaudiéndole, al estilo de Vicente Fernández.