Essencia y Simplemente, a puro Vinho, en Porto

Por Rumbovino @rumbovino
Ya lo he dicho en otro post anterior y lo confirmo cada vez que voy. Portugal es un país extraordinario, lleno de lugares y paisajes hermosos, con ciudades sorprendentes y habitado por una gente cálida y amable como en muy pocos lugares ocurre. Sin dudas es el gran olvidado de casi todos quienes vienen de turismo a Europa, sin siquiera tener una mínima idea de lo que se están perdiendo. 


En el mes de febrero, desde hace algunos años, se organizan en la ciudad de Porto, y al mejor estilo francés, dos eventos de vino simultáneos al que todo apasionado de este mundo vinícola debería asistir. Se trata de Essencia do Vinho y Simplesmente Vinho, ambos se realizan durante el mismo fin de semana y casi en paralelo.
Con dos perfiles diferentes, pero con el objetivo de enamorar a los amantes de la vitivinicultura, ambas convocatorias son imperdibles y bien valen aprovecharlos como excusas para disfrutar de una ciudad llena de magia y encanto y del magnífico vino portugués - lo de magnífico lo pienso y confirmo con cada copa que bebo-.
No terminaría de escribir nunca esta nota si me detengo a narrar los detalles y todos los vinos que catamos, así que solo comentaré algunas particularidades de cada uno para que los que aún no se han acercado a ellos apunten en su agenda esta fecha para el próximo año.
ESSENCIA DO VINHO
Es la Feria de vino más importante de Portugal, se realiza durante 4 días consecutivos comenzando el jueves y finalizando el domingo (solo por la tarde, desde las 15.00 hs.). El lugar elegido es el Palacio de la Bolsa, un increíble y hermoso edificio neoclásico construido a mediados del 1800 considerado como uno de los más hermosos de la ciudad desde todo punto de vista (histórico y arquitectónico). Este año se expusieron más de 3.000 vinos de unos 400 productores de todo el país.
La organización es perfecta, y a pesar de que por momentos se torna agobiante por la gran cantidad de público que asiste, su amplia distribución en 3 plantas y diferentes salas hace que siempre quede algún hueco libre donde poder meterse y catar tranquilo. En todo sentido lo tienen perfectamente ordenado, no falta agua abundante para beber y hay diferentes estaciones donde poder consumir algún “petisco” a muy buen precio (1,5-2 €) si se quiere reponer fuerzas. Además, durante los 4 días que dura el evento hay diferentes actividades relacionadas con el vino, charlas, catas dirigidas, etc.
Los días viernes y sábados son los días más concurridos, por lo que si no les queda más opción que ir alguno de estos dos días recomendamos llegar temprano así evitan colas y luego disponen de toda la tarde para probar con calma. Hemos visto a alguno atropellar todo lo que se les cruzaba con tal de captar alguna copa de vino en los últimos momentos de la noche. Con la entrada te dan una copa grande marca Riedel (casa patrocinante) grabada con el logo que te puedes llevar a casa por unos 4 €. Y para los blogs, periodistas y agentes relacionados a la comunicación del vino existe un contacto en la web donde poder registrarse y la entrada es gratuita para los 4 días (un puntazo). 


Nuestro consejo antes de ir es informarse sobre las bodegas participantes para tener una idea previa de lo que se puede probar (caso contrario la oferta es inagotable y puede llegar a ser complicado organizarse), y al ingreso solicitar un mapa de la localización de cada stand. Quizá su gran tamaño y las innumerables opciones a la hora de seleccionar qué probar sean su principal desventaja. En nuestro caso en particular, este es el segundo año en que asistimos y las dos veces lo hicimos igual. Vamos sin circuito previsto y nos dejamos llevar de aquí para allá, probando los vinos de las bodegas que nos encontramos y disfrutamos de ellos con cada trago. Esas son las ventajas de conocer aún muy poco los vinos portugueses y con esto dejarse sorprender con sus diferentes DO y expresiones. Es una experiencia maravillosa en todo sentido.
Vinos: de todo lo que probamos, que fue mucho y muy bueno, destaco los vinos de NIEPOORTque son extraordinarios cualquiera de ellos (pude reprobar el Ladredo, elaborado en Guímaro, y que considero de los más finos y elegantes tintos de la Ribeira Sacra) y quiero mencionar un vino que me sorprendió muchísimo, el Quinta Do Cardo Vinha Do Castelo 2014, un tinto biológico a base de Tinta Roriz que es la pura expresión del terruño (un espectáculo).
El resultado de Essencia do Vinho 2018, es que no vemos la hora de que llegue la del 2019! Felicitaciones!

SIMPLESMENTE VINHO
Este es el evento alternativo y absolutamente diferente al anterior, en todo sentido. Desde su organización independiente a los expositores participantes y el tipo de público que asiste. Está enfocado a los pequeños viticultores (vignerons de vinos naturales, ecológicos, poco intervenidos y de escasas producciones) principalmente de Portugal, España y este año 2018 también Francia (1 vigneron). Por cuestiones geográficas los productores españoles que más participan del simplesmente vinho son de Galicia, aunque también hay de otras regiones menos representadas.
Otra diferencia que tiene con el otro mega evento es que se realiza solo viernes y sábados por la tarde (desde las 16,00 a las 22,00 hs.) y que el local tiene menos “glamour” pero no por eso desmerece en absoluto. Por segundo año consecutivo se realizó en Cais Novo, unos grandes almacenes abovedados, a la vera del Douro, comenzados a construir en 1750, sostenidos por arcos y columnas que le dan un ambiente íntimo, amplio y mágico al salón. Aquí todo se hace a pulmón y la organización, hay que decirlo, es perfecta también en casi todo aspecto.
Al entrar (el ingreso este año fue de 18€, algo elevado creo) uno recibe una copa con el logo del evento y un pequeño librito que describe al detalle todos los vignerones presentes y un mapa de la localización de cada stand (una barrica de 225 lts.) lo que permite localizarlos perfectamente. Y otro detalle muy bonito de este salón alternativo, y de amigos del vino, es que todos las noches se termina con un grupo de música en vivo. La idea es disfrutar hasta el final de cada día.
Por si a alguno de los comensales le entra la pájara de tanto beber buen vino, se puede saciar el apetito eligiendo algunas de las opciones gastronómicas ofrecidas por los restauradores que participan del Simplemente (este año fueron 3 restaurantes). Y es aquí donde cabe una crítica a la organización, porque más allá de que las ofertas de comida puedan ser más o menos apetecibles, el precio es exageradamente elevado en relación a la calidad y cantidad ofrecida (5€ cada petisco, es demasiado caro. Y si a eso sumamos los 18€ la cosa se pone un poco salada). Creo que esto es un punto que debería corregirse porque va en detrimento del gran concepto general que uno se lleva. Otro de los puntos flojos de la organización es que es muy difícil acceder a agua, no la venden y tampoco hay lugares donde surtirse de ella. Para poder beberla hay que pedirla a los viticultores.
Así como remarco lo mejorable, destaco lo muy bueno de esta feria y sin dudas el punto fuerte está en la calidad de los vinos ofrecidos, los vignerones presentes y la disposición de cada uno de ellos a explicar al detalle cada uno de sus productos (este aspecto, en general no es común en los eventos de este tipo). Un auténtico paraíso para los amantes de los vinos diferentes. 


Vinos: Al igual que antes, voy a mencionar algunos que me dejaron mejor recuerdo por diferentes o desconocidos. Pero, aclaro nuevamente, todo lo bebido estuvo a la altura de lo esperado. De Portugal, los vinos de HUMUS, de la región de Óbidos, imperdibles. MONTE DA CASTELEJA, vinos orgánicos de la región del Algarbe. Todos los vinos de la región de BAIRRADA que cada día me gustan más. De España, destaco los vinos de Bodega MARAÑONES (de los pioneros en vinos orgánicos), el nuevo proyecto EL HATO Y EL GARABATO de la zona de Arribes de Duero (buena pinta tiene este emprendimiento), los vinos de Finca 2016 de LA DEL TERRENO, y todo lo del proyecto ENVÍNATE que no fallan nunca.
Para cerrar el fin de semana perfecto les recomendamos perderse entre las callejas de Porto, pasear el mercado, las iglesias, la estación de tren y agotar ambas márgenes de la ribera del Douro hasta caer rendidos a los pies de un extraordinario Bacallao a Broa y la Tarta de Queso capaz de resucitar a un muerto en la Abadia de Porto.
Estimados y apasionados vinícolas, si en el próximo año se lo pierden no será porque no se los avisé!!
Buena vida y naturales vinos!
Salud,

Rumbovino 
Casi 8 años difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo moderado y responsable