Por todos es sabido que el séptimo arte no pasa por su mejor momento. Y en parte, tengo que admitir que yo no ayudo mucho a que la situación mejore, ya que soy de esos espectadores que dejaron de consumir cine hace tiempo. Ni siquiera me acuerdo de cuál fue la última película que vi. Quizás porque me he acostumbrado a ver series, porque ya no sea capaz de mantener la atención más de 40 minutos seguidos, por falta de motivación, o por lo de siempre, sus precios desorbitados. Muchos lo achacaron a su enemigo número uno, la piratería. De hecho muchos fueron los que se frotaron las manos y volvieron a sonreír cuando cerraron Megaupload y pensaban que el problema estaba resuelto, pero parece ser que eso no es la única causa de la decadencia del séptimo arte. En España, además, la situación se ha agravado con la subida del IVA al 21%. Situación que ha provocado que en los últimos meses la recaudación en taquillas este cayendo en picado a marchas agigantadas sumado al cierre cada vez más frecuente de salas de cine en el territorio español. En el otro lado del charco también se preocupan por la situación que está viviendo la industria del cine. Y directores tan famosos como Steven Spielberg o George Lucas han planteado nuevas fórmulas para consumir cine con el fin de darle más valor [1]. Parece ser que el problema están en eso y no en la calidad que nos venden. Como siempre vemos la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio.
Con esta iniciativa pretenden que el hecho de acudir al cine se convierta en algo selecto y exclusivo, como acudir a un concierto o a un encuentro deportivo. Con entradas que podrían oscilar entre los 50 y los 150 dólares por acudir dos días antes del estreno. Además, los espectadores recibirían un pack de merchandising, entre el que se incluirían las palomitas.
Entiendo que sagas tan famosas como Star Wars en las que los fans suelen acudir al preestreno disfrazados sea rentable hacer esta propuesta pero me cuesta creer que a día de hoy la gente pague tanto dinero solo por acudir dos días antes y recibir un regalo. A no ser que también se mejore la calidad de las películas. En principio esta iniciativa se llevará a cabo en algunas ciudades de Estados Unidos y Canadá, y quizás con el paso del tiempo se llegue a implantar en otros países del globo terráqueo pero me cuesta creer que en España se pueda llevar a cabo. Aunque quien sabe, quizás estemos ante la fórmula que acabe con la racha en picado de la recaudación en taquilla.
[1] http://cultura.elpais.com/cultura/2013/06/27/actualidad/1372358950_359813.html
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