¿Quién seráEl PP preveía un plácido segundo trimestre. Las negociaciones para aprobar los presupuestos estaban prácticamente cerradas con Ciudadanos, y avanzaban a buen ritmo con el PNV y el diputado canario Pedro Quevedo Los datos de crecimiento económico marchan a mejor ritmo del previsto, tras una Semana Santa histórica, y los registros de descenso del paro vuelven a situarse como en los mejores años del boom económico previo a la recesión.La corrupción parecía circunscrita a la trama Gürtel, pero la tormenta había amainado tras el cambio de posición del ex tesorero Luis BárcenasPero todo cambió de repente hace una semana. El día 18 de abril la Audiencia acordó, contra el criterio del fiscal, llamar a declarar a Rajoy por Gürtel; dos
Desde la publicación de los papeles de Bárcenas, el PP no se encontraba en una situación similar. Las revelaciones del ex tesorero, que llegó a acumular casi 50 millones de euros en Suiza, tuvieron un efecto demoledor: el PP perdió casi 3,5 millones de votos en las elecciones municipales y autonómicas de 2015.Pero ahora no hay elecciones a corto plazo y el PP gobierna en minoría con el apoyo de Ciudadanos. El PSOE arrastra desde octubre una profunda crisis de liderazgo que no se resolverá hasta el próximo día 21 de mayo, y que puede prolongarse y aún agravarse si el ganador de las primarias no consigue unir al partido. Podemos oculta con el ruido su propia parálisis, con Errejón marginado y sin voz, y la organización perdiendo terreno en Cataluña, Valencia y Galicia. Por su parte, Albert Rivera no ha logrado capitalizar el desencanto que reina en los votantes de centro derecha y centro izquierda.
Es algo que hasta ahora se ha revelado como irresoluto, y que, por mucho que indigne –y con razón— a la ciudadanía, forma parte de la realidad social en la que estamos viviendo, en la que los jueces son víctimas de una especial “manipulación”, porque se les somete lo que conviene y no se les dota de medios y elementos suficientes para su investigación más que cuando interesa. En Ucrania, como en Rusia, la corrupción ya no apesta, porque todo el mundo, todos los personajes con un poco de relevancia están impregnados de ella, y por eso, al oler todos tan igual de mal, solamente aprecian el tufo insoportable los del pueblo llano, habituado a la resignación por un poco de pan y de paz, y que hace mil trapacerías para sobrevivir. Ya me llamó la atención que charlando con varios amigos con actividad política y comercial en Ucrania, me espetaron que en España también teníamos buenas dosis de porquería, y hasta una periodista sintió envidia de la “libertad” que tenía la prensa en nuestro país, ya que “se entera” y airea las verdades
Volví a contar la fábula del escorpión y la rana, y en el nocturno vuelo de regreso a Valencia desde la querida ciudad de Ivano-Frankivsk, la capital de PreCarpatia,entre bamboleos y torbellinos y llantos infantiles de hijos de inmigrantes (era el regreso a España después de las casi interminables vacaciones pascueras), me arribó la reflexión de que en España estábamos más o menos dirigiéndonos a que la corrupción se convirtiera en una “piel de sapo” que insensibilizara nuestra vida cotidiana. Ahora se ha “arreado” al partido en el poder, pero siguen inmersos en la porquería los que aun mandan en Andalucía, los que desgobiernan en Madrid y otras capitales de provincia, los que dicen que lo pueden todo y es verdad que lo ensucian todo, en fin, los que llamándose ciudadanos no son ni fríos ni
El “¡Miquelarena, qué país!”, de Mariano José de Lara, sigue de plena actualidad, porque cada día más se acentúa el poco respeto a la honestidad y los ataques a la intimidad personal, ya que tanta protección de datos solamente sirve para que nos inunden las ofertas comerciales. Todo lo demás es casi público y aireado a los cuatro vientos.Al menos, eso que sepamos, aunque es de temer que el día menos pensados se nos publique una foto mientras nos duchamos. “Los unos por los otros, y la casa sin barrer”, que mientras tanto en Cataluña se sigue espolvoreando independentismo como manera de encubrir mayores
¿A dónde vamos a llegar?El escorpión, aunque perdió la vida, acabó clavando el aguijón al batracio. ¡Era su naturaleza!SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA