No hay que negar al “aterrizado” (por aquello de la moción de censura) presidente, su perspicacia cada vez que se enfrenta a un reto complicado, y a fe que en esta ocasión lo era.
Héte aquí que el ínclito Sánchez ha escogido (parece que lo hubiera hecho “con pinzas”) los miembros
Sea como fuere, el aspecto que ofrece el conjunto del Consejo es sugestivo, porque hace suponer capacitación, experiencia, prestigio y posible buena gestión. Que así sea por el bien de todos nosotros.
El problema está en que con ese “calzado” casi de lujo, el presidente ha de caminar lo que resta de legislatura (Sánchez no disolverá antes el Parlamento, ahora que se ha subido al poder) por el proceloso mar de las minorías, o mayorías antinatura del arco parlamentario.
Ya veremos cómo se comportan los cínicos y aviesos independentistas catalanes cuando Josep Borrell les vaya desmontando su “publicidad” internacional de las embajadas fantasmas de la Generalitat; o cuando
“Et sic de caeteris”
Se dice en los ambientes militares que el valor se supone en los integrantes de las fuerzas armadas, y parafraseándolo para este ejecutivo recién estrenado, valdría la pena decir que “valor se le desea”, porque es urgente que retorne a la vida democrática el buen hacer de los gestores políticos y se arrume de una vez las corrupciones, las ansias de revancha, y todo lo demás inadmisible que venimos sufriendo.
Pero, aun a riesgo de ser tachado de agorero, mucho me temo que si el gobierno nombrado tiene un alto
En cualquier caso, reconozco que Pedro Sánchez ha logrado sorprender bastante a los medios políticos y de opinión con un equipo de aspectos valiosos y de prestigio. ¿Estará regenerándose?
Y deseo que pase de ser el ambicioso con pocos escrúpulos que ha circulado hasta ahora, a convertirse en un buen conductor de ese Consejo de
Ojalá no hayamos de rememorar la sentencia popular de que ahora son “los mismos perros con diferentes collares”
"Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo" Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA