Aprovisionamientos y toma de contacto Después de descansar en el sosegado ambiente de la casa de Muñique, en la que solamente el murmullo del viento se dejaba oír, y comprobando que, por la diferencia horaria con la península, ya eran las 8’30 de la mañana, hubimos de aprestarnos a buscar solución para nuestro desayuno, ya que la noche anterior al final no habíamos logrado cenar, por los retrasos y deambulación en busca del alojamiento. Se nos había indicado por la anfitriona que tal vez pudiéramos hallar café con leche y alguna pasta en una gasolinera a 4 km., en la localidad de Tiagua, y hacia allí nos dirigimos, pero la cafetería anexa a las bombas estaba cerrada y el empleado nos indicó que si seguíamos hacia Tinajo encontraríamos no solamente algún bar-cafetería y pastelería, sino inclusive un supermercado bastante surtido y una buena pescadería. Y así fue, porque en Tinajo nos adentramos en una pastelería que ofrecía unos bocadillos de magnífico aspecto, con jamón, tomate y otros fiambres de la isla, más queso de la isla (delicioso), a un precio más que razonable, y de dos de ellos dimos buena cuenta, regándolos con sendas cervezas “Tropical”, que es la marca
contornea la Montaña del Cortijo y se adentra en una gran superficie en la que