Una Nochebuena y Navidad sosegadas y en paisajes insospechados; De la búsqueda del cocido canario al plato de Sancocho, con paseos por senderos volcánicos
Llegada la Nochebuena, como antesala de la Navidad, ahí estábamos mi esposa y yo mismo, en parejita, sin más compromiso de celebración que el de estar juntos en esos días especiales. Los hijos, en la península y en el extranjero y ya de edad supermadura; los nietos, también lejos y la algunos de ellos ya adultos.¿Íbamos a sumarnos a alguna organización de eventos especial? ¿O a reunirnos con algunas gentes?La verdad es que si habíamos viajado hasta Lanzarote en busca de descanso activo, no hallábamos especial motivo para reunirnos con gentes desconocidas en estas fechas. Inclusive nuestra anfitriona se había marchado la península con sus hijos.Así que, sin demasiadas cavilaciones, nos felicitamos de estar en la mejor
Nos apetecía volver a zona playera y nos volvimos a Sóo, llegándonos hasta la Caleta de Famara, en la que paseamos algo, ya que el viento comenzaba a importunar bastante.