Finalizada la Reconquista, la zona no fue afectada por conflictos importantes. Permaneció pacíficamente integrada en la corona leonesa, lejos de los conflictos con Castilla por encontrarse en el extremo más occidental, junto a la frontera con Portugal con quien tampoco tuvo conflictos destacables debido a la frontera natural que supone el río Duero.La repoblación fue realizada en su mayoría por colonos asturianos aunque también por gallegos y castellanos, que trajeron consigo su cultura e idiosincrasiaCon la muerte de Alfonso IX de León en 1230, su hijo Fernando III el Santo, quien ya era rey de Castilla, hereda el Reino de León, pero mantiene sus propias estructuras durante la Edad Moderna, conservando tanto sus instituciones como sus características de organización territorial.Edad ModernaLa segunda mitad del siglo XV conoce una gran prosperidad en la zona y una redistribución importante de la población, siendo Ledesma, Aldeadávila, Villarino, Pereña, Masueco de la Ribera y Mieza los núcleos más poblados. Aldeadávila alcanza el estatus de villa durante el siglo XVIII, época en la que pertenece a la Orden de Santiago, en la demarcación de «Partido y Vara de Castrotorafe» lo que hace que la población vuelva a alcanzar un nuevo período de prosperidad.Edad ContemporáneaLa Guerra de la Independencia, iniciada en 1808, trajo a la zona importantes destrozos pues fueron destruidos el Colegio de Masueco de la Ribera o la techumbre de la iglesia de Aldeadávila entre otros. Hubo importantes revueltas contra el ejército francés por la comarca de Vitigudino desde Aldeadávila hasta Vitigudino.Con la división territorial de España de 1833 en la que se crean las actuales provincias, Aldeadávila queda encuadrada dentro de la Región Leonesa, formada por las provincias de León, Zamora y Salamanca, de carácter meramente clasificatorio, sin operatividad administrativa, que a grandes rasgos vendría a recoger la antigua demarcación del Reino de León (sin Galicia ni Asturias).El escritor bilbaíno y rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno era un enamorado de Las Arribes. Su primera visita empezó por Masueco, la segunda por Fermoselle, entre los años 1894 y 1902. Habla con gran cariño de la zona y a Aldeadávila le dedica algunos párrafos: «De Masueco fuimos a Aldeadávila de la Ribera, la corte de esta región, la villa para los comarcanos. Y después de hacer noche en ella, emprendimos la marcha al retiro de La Verde... retiro en un tiempo de frailes menores... En la poterna, sobre la puerta y debajo de un escudo con los cinco estigmas franciscanos se lee: "Entre la vida y la muerte no hay espacio ninguno; en un instante se acaba lo que vive en el mundo. Año MDCCLXIX"». En 1956 comienzan las obras del conocido como Salto de Aldeadávila. Iberduero construye un poblado para dar cobijo a las familias de los empleados en la construcción de la presa de Aldeadávila junto al antiguo Convento de Santa María de La Verde, que es restaurado y convertido en hospedería. El conjunto
En 1965 se rueda en la presa de Aldeadávila el final de la película «Doctor Zhivago», en el que se muestran unas imágenes impresionantes desembalsando, y durante unos días del verano de 1972 se graban las escenas finales del mediometraje «La cabina», dirigido por Antonio Mercero, en las que aparecen la central hidroeléctrica así como las galerías, la carretera y la explanada de la «Gran Bóveda» por las que se accede a ella. En la trama, el lugar es un depósito de cabinas defectuosas a donde es llevado el personaje interpretado por José Luis López Vázquez.Entre 1983 y 1986 tienen lugar las obras de la segunda central «Aldeadávila II», se vuelve oradar en la roca a través un túnel abierto por la galería por la que se accede a «Aldeadávila I»DemografíaEn los años 60 se dió en la comarca un importante aumento demográfico debido a la gran cantidad de personas que vinieron a trabajar en las obras de construcción de la presa de Aldeadávila y la presa de Saucelle. Iberduero construyó el poblado del Salto de Aldeadávila para albergar a ingenieros y obreros pero la inmensa mayoría de ellos se marcharon en cuanto acabaron las obras, motivo por el que hoy sólo viven hoy unas pocas personas.Según el Instituto Nacional de Estadística, Aldeadávila de la Ribera tenía en 2014 una población total de 1288 habitantes.Monumentos y lugares de interésMuseo de Ecoturismo Las Majadas Arribeñas: donde se recibe al visitante, y se muestran las formas de vida tradicionales de los cabreros, en las majadas construcciones de piedra donde convivían las cabras con su pastor. Playa del Rostro: es un arenal artificial asentado en un meandro del río Duero y es desde hace años, una de las zonas más visitadas de Arribes del Duero por ofrecer entre otras cosas, actividades que pueden ser tan entretenidas, divertidas y saludables como el piragüismo y los paseos en barco por el Duero..Presa de Aldeadávila: forma parte del sistema hidroeléctrico conocido como "Saltos del Duero", del que también forman parte las presas de Almendra, Castro, Ricobayo, Saucelle y Villalcampo. Se ubica en la zona conocida como "Arribes del Duero", profundo encajonamiento que el río ha labrado sobre la penillanura zamorano-salmantina, con desniveles de base que en algunas secciones supera los 400 m. Con una altura de 140 m es una de las presas más altas de España, e incluso de Europa y constituye como decíamos, una de las obras de ingeniería más impresionantes de las que se pueden ver en toda Europa. Además el Salto de Aldeadávila I y II constituye en su conjunto, la primera de España en potencia (718.200 kW) y producción anual (3.500 GW/h). Fue inaugurada por Francisco Franco el 9 de julio de 1964, un año después de su finalización.Torre de Aldeadávila: se levantaría como alcázar militar en el siglo XIII bajo el señorío del infante Pedro de Molina y Aragón, conservándose una puerta románica en la cara norte, y muros de más de dos metros de anchura, así como cuatro recios contrafuertes dobles. Iglesia parroquial de San Salvador: se inicia en el s.XIII, antes de 1265, conservándose la bella puerta en arco de medio punto, y ocho contrafuertes que
Ermita de San Sebastián (s. XIII al XIX): sirvió de pósito municipal y es la oficina de turismo actual. Tiene inscripciones medievalesEl del «Picón de Felipe» es el mirador más famoso del pueblo y uno de los más impresionantes del Parque natural de Arribes del Duero pues se sitúa en el corazón de las arribes, el tramo en el que se aprecia un mayor desnivel, de en torno a unos 400-500 m. Se dice que hace muchos años un habitante de Aldeadávila llamado Felipe se suicidó desde lo alto del picón, a orillas del río Duero, porque su novia era portuguesa y no podía estar con ella por lo que de ahí vendría el nombre del mirador.HablaEn toda la comarca de La Ribera existió antiguamente una profunda y arraigada influencia del idioma asturleonés occidental, concretamente se utilizaba un dialecto de éste, el habla ribereña. ArquitecturaLos pueblos de La Ribera cuentan con una arquitectura tradicional propia, resultado de su geografía, su microclima y sus gentes. Uno de los factores por los que se ha conservado mejor que en otras zonas puede haber sido su localización fronteriza, aislada con respecto a las principales ciudades. Dentro del patrón común de la comarca, Aldeadávila se distingue por la existencia de algunas construcciones de piedra bien tratada, con numerosos elementos de sillería, algunos de ellos medievales, en rincones apacibles y calles delimitadas por un perímetro altomedieval. …
Cuando abandonamos el Real Sitio, decidimos seguir nuestro viaje por la carretera comarcal que lleva hasta Ávila, superando el puerto de la Cruz Verde, cerca de Robledo de Chavela, tras lo que tomamos un frugal “tente en pie” y seguimos por esa carretera sin casi circulación hasta llegar a Ávila. Tan cómodo nos estaba resultando viajar por la carretera normal, que decidimos viajar hasta Salamanca desdeñando la autovía A-51, y por eso seguimos por la carretera nacional. En Salamanca sí tomamos la autovía A-62, hasta Fuente de San Esteban, a mitad de camino hacia la frontera de Portugal por Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso. En Fuente de San Esteban ya seguimos por una carretera comarcal hacia Vitigudino, desde donde ya afrontamos el tramo final de nuestro viaje, hasta Masueco y Aldeadávila de la Ribera. Era poco menos de la ocho de la tarde cuando hallamos a la entrada de Aldeadávila el hotel rural Corazón de Las Arribes, en el que habíamos reservado habitación, y tras dejar en el dormitorio el poco equipaje preciso para una noche salimos a pasear hasta Aldeadávila.