Y héte aquí que el día siguiente a esa aprobación en el Congreso de los Diputados, se hace pública la durísima sentencia de la Audiencia Nacional en una de las piezas del caso Gürtel, condenando al Partido Popular por responsabilidad civil al haberse lucrado de los delitos condenados. Y se armó la "marimorena", porque como si esa sentencia no se estuviera esperando desde hace más de dos años, todos los líderes políticos sin excepción Han "rasgado sus vestiduras", tachando al partido en el gobierno de muchas cosas de las que es responsable, más otras muchas que han añadido con
Y envuelto en ese maremágnum de patio de colegio, en el que todos corren tras la pelota de trapo, sin que nadie logre darle una patada con sentido, está el partido gobernante y sus atemorizados e ineficaces ministros, a quienes parece haber pillado por sorpresa el tormentón. Es decir, mucho blasonar que la vida democrática se regenera y que hay que preservar su limpieza, y entre unos y otros llenan el panorama de boñigas (con perdón) malolientes de verdades a medias, de proclamaciones dogmáticas sin sentido. A quien esto escribe, y a otros muchos más a su alrededor, les gustaría contar con edad y aptitudes
Tómese este comentario más como un lamento más que como un reproche a tantos ineptos y manipuladores avariciosos de poder a cualquier precio, pero también considérese una acre censura a la ciudadanía que consiente, a la sociedad que busca el bienestar económico y no la paz social, en una palabra, acre censura a quienes, como yo mismo, protestamos y nos quedamos tan tranquilos.