Cuesta trabajo creer que el ganador pueda resucitar el PSOE que él mismo ha malogradoCerrar Rubén Amón, en “El País”, 22/05/2017 Pedro Sánchez ha resucitado de sus cenizas como la rosa de Paracelso. Es un cuento de Borges y una alegoría de la fe. Tenerla no requiere de pruebas. Por eso el viejo Paracelso se resistió a obrar el milagro que le reclamaba un discípulo: "Demuéstrame que puedes devolver a la vida la rosa que acabo de arrojar al fuego".Y no lo hizo el sabio. O sí lo hizo cuando el ambicioso alumno ya se había marchado. Puede entenderse la euforia de Sánchez en la moraleja del cuento borgiano. Nadie ha creído más que él en sí mismo. Y todos o casi todos los escépticos habíamos ridiculizado su viaje de pastor mormón, pueblo a pueblo, casa a casa.
Es la victoria de la obstinación, de la perseverancia, pero Sánchez no debería incurrir en la pretensión o en el error de atribuírsela como un milagro particular. Sobre todo porque su principal mérito no proviene del proyecto, o del programa, sino del poder de identificación que ha supuesto el rechazo a la investidura de Mariano Rajoy. Tanto se amontonaban los escándalos del PP, tanto
comodones de las fuerzas establecidas para empujar los más primarios instintos de reacción de sus votantes, que buscan romper contra todo lo que sea corrupción, poder, bienestar de los dominantes, para consagrarse a la confrontación y a la “caza” de comodones.
acoso y derribo iconoclasta de cualquier estructura de poder que no convenga, un poco –recordémoslo— al estilo de lo que predicó en su día Alfonso Guerra, antes de le enmudecieran el coche oficial y las trapacerías de su hermano (robando lo que pudo) con aquello de que se iba a dejar España que no la reconocería “ni la madre que la parió” Que esto último semeja va a ocurrir, personalmente no lo pongo en duda, porque a este líder retornado del exilio partidista, espoleado por las hieles de la venganza, lo que hay que concederle es cinismo, revanchismo y espíritu iconoclasta. Y testarudez a lo “aragonés” (y lo digo como elogio a la tierra de mis ancestros). Hemos de acostumbrarnos a gobiernos –como el que se avecina— de acomodaticios socialistas dejandose manipular por “p(j)odemitas”, al estilo de los que sufrimos en tantos ayuntamientos y comunidades autónomas actualmente. Pactos que se antojan casi "contra natura". Que gobernar dudo que gobiernen, pero romper seguro estoy de que rompen. Por mi parte, reitero el “no es no”, pero no a Rajoy
“Hay otro linaje de escépticos mucho más terribles, si cabe, que los que creen que todo es materia; todavía queda el caso de aquel escéptico para quien todo se reduce a su propio yo” Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) Escritor británico
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA