¿Qué es el estreñimiento?
Durante los primeros años de vida del bebé. Su intestino deberá prepararse y adecuarse a diferentes tipos de alimentación. Con lo que podemos encontrarnos diferentes ritmos en las deposiciones que haga. Puede ser tan normal que el bebé haga caquita siempre que le demos una toma de biberón, como que esté un día entero sin hacer nada de vientre. Cada niño tendrá su ritmo. Aunque hay niños que son más predispuestos a sufrir de estreñimiento. Así como hay otros que suelen estar más sueltos. Con el tiempo, iremos conociendo a nuestro bebé.
La mayor influencia sobre las deposiciones viene de la mano de la alimentación que tenga el bebé. Y será el tiempo el que vaya marcando los ritmos. Así por ejemplo, un bebé que toma el pecho, es normal que pueda hacerlo varias veces al día sin importar el momento. Y será cuando empiece con el sólido cuando empiece a regular su intestino y a coger un ritmo más estable.
¿Cómo se si mi bebé está estreñido?
Es cierto que las deposiciones en los bebés son muy variadas. Lo que puede hacernos dudar, si el bebé está estreñido o simplemente aun no ha tenido ganas o no le ha tocado. Para ello debemos tomar como base lo más normal del bebé. Tomando su ritmo en las últimas semanas. Veremos cuanto es el máximo tiempo que está sin hacerlo. En un bebé el estar un
Las principales causas del estreñimiento infantil.
Cuando es bebé: Sabemos que la leche materna es ideal para la digestión de los niños. Con lo que son muy pocos bebés los que sufren estreñimiento cuando se alimentan con leche materna. E principal problema lo encontramos cuando hacemos algún cambio en su dieta. Cuando el bebé toma leche de formula, por lo general tampoco suele provocar el estreñimiento. Es el momento de introducir los cereales el primer caso en el que encontramos un gran número de casos. Los cereales que toman al principio, son pobres en fibra, lo que hace que las heces se vuelvan más secas de lo que las tenían.
La introducción de la cuchara, es una de las primeras causas que lo pueden provocar. La fruta es muy buena, pero debemos tener cuidado las mezclas que hacemos en la papilla. Siempre debemos compensar piezas que sean astringentes con otras que estimulen el intestino. Así tenemos el caso por ejemplo de la manzana y el plátano que potenciarán el estreñimiento en el niño.