Mis padres han estado en casa unos días.. y mi madre está preocupada.. "esta niña no come nada" repetía. Lo cierto es que L no es de comer mucho.. incluso hay veces que se salta comidas enteras. Ya sabéis que hay gente que tiene una idea muy clara de lo que un niño tiene que comer y si no se cumplen sus expectativas pues se preocupan.. sí, se preocupan de verdad, porque piensan que el niño o niña llegará a enfermar.. y eso es lo que le pasa a mi madre.
Me dice "es que no le dices nada! no te digo que le obligues pero insistele un poco!" Y me puse a pensar.. y si le insistiera un poco? qué pasaría? me imaginé a L diciendo "no quiero más" y yo diciéndole "venga L, come un poco más" y ella repitiéndome que no. Cuál sería el siguiente paso? supongo que chantajearle con algo, no? "come un poco más y luego te compro un helado". Puede que así consiguiera algo, sí! A L le encantan los helados! Y supongo también que llegaría un día en el que a L no le mereciera la pena vender su cuerpo (porque se trata de su cuerpo) por un helado. Aquí igual ya me habría cargado el gusto de mi hija por los helados.. una verdadera pena porque para ella es un auténtico placer. Sigo suponiendo.. lo siguiente sería recurrir a la amenaza o castigo "si no comes un poco más no hay postre" y de ahí para arriba.. endureciéndo el castigo, amenazando con cosas más importantes para ella.. A estas alturas, me pongo en la piel de mi hija y me imagino que para mi pequeña la hora de la comida se habrá convertido en un momento estresante, en el que come lo que yo considero que tiene que comer o algo chungo le va a ocurrir. Y si a mí me parece que ha comido suficiente ella se sentirá.. aliviada? lo que es seguro es que para entonces mi hija habrá dejado de escuchar a su cuerpo, sus sensaciones de hambre y saciedad, porque habrá aprendido que el hacer caso a su cuerpo puede traerle problemas.
Creo que mi madre no pensó en todo ésto cuando me dijo que insistiera un poco. Me reafirmo en mi decisión de respetar a mi hija y a su cuerpo, en lo importante que me parece que ella preste atención a sus sensaciones corporales. A mí me da seguridad el saber que ella sabrá cuidarse.. que comerá cuándo tenga hambre y parará cuando se sienta saciada, no necesitará de nadie que le diga cuánto necesita comer porque nadie mejor que ella lo sabe. No creo que merezca la pena 2 cucharadas más a cambio de minar la confianza de mi hija en mí y de arrebatarle la posibilidad de disfrutar de uno de los placeres de la vida, la comida.
Un día de los que estaban mis padres J vomitó una tarde y recordando ese momento le decía yo a mi madre.. y si le hubiera insistido a J para que comiera más sin saber que tenía mal la tripa? porque éso solo lo sabe el cuerpo que lo está sufriendo y un niño no siempre es capaz de verbalizarlo.. sin olvidar que, aunque lo verbalice, en muchas ocasiones no se cree a los niños temiendo "lo listos que son". Es que no podemos comportantos con tanta prepotencia ante los niños! Me angustia imaginarme a alguien en esta situación.. es como meter el dedo en una herida.
Entonces, las madres y los padres no tenemos nada que hacer en ésto de la comida? Tenemos y mucho! Nuestra responsabilidad es ofrecerles comida sana y mostrarles hábitos saludables a través de nuestros propios cuerpos. El cuándo y cuánto comer ya no nos pertenece a nosotr@s. Yo confío en mi hija, confío en la Naturaleza que se manifiesta a través de mi hija, sé que ella no se va a dejar morir de hambre teniendo comida a su disposición. Y para tranquilidad de mi madre diré que si me equivoco y mi niña empieza a enfermar por no comer lo suficiente (cosa que dudo si tiene a su alcance comida sana) lo veré, veré los cambios que indiquen que algo no va bién.. no le dejaré morir de hambre, no lo haré.
Otra cosa que me parece que está a cargo de los padres es hacer del momento de la comida (cuando digo comida me refiero a las comidas del día) un momento agradable, un momento para disfrutar en familia. Y para ésto es fundamental incluir a los niños en las comidas desde el principio. Como suelo decir, siempre teniendo en cuenta las capacidades del niño o niña según su edad. En mi casa, por ejemplo, con 4 y 2 años, no aguantan en la mesa más que el rato que están comiendo.. a veces ni eso, luego se levantan y andan revoloteando por ahí cerca. Otra cosa que en mi casa se da mucho es ésta situación.. están comiendo, ya no quieren más, comen un yogurt y después siguen comiendo lo que habían dejado en el plato. Imaginaos si mi compañero y yo nos plantáramos en "el postre no se come hasta que hemos terminado todos de comer", en un intento por enseñar formas de comportarse en la mesa.. el momento agradable se convertiría en caos porque el pequeño no tiene la capacidad de esperar a que el resto termine de comer y, en este caso, no vamos a exigir a la mayor algo que no hacemos con su hermano, y por otro lado, puede que no sucediera lo que sucede ahora.. que muchas veces siguen comiendo después del postre! El comportarse en la mesa lo asimilarán seguro si comparten este momento con nosotros, lo harán sin que ellos ni nosotros nos demos cuenta de ello.. sin necesidad de luchas de poder.
Así que bueno, como en casi todo.. el tema de la comida se llevará en cada casa según los gustos, habitos, costumbres, necesidades.. y teniendo en cuenta a todos los miembros de la familia todo irá bien. Buen provecho!