Hay quienes no pueden pasar las noches sin contemplar al menos una vez la bóveda celeste. Esta noche, el espectáculo de la luna llena será único y atraerá incluso a quienes nunca miran al cielo. Su tamaño habrá crecido un 14 por ciento, el más grande divisado desde que es observado especialmente por astrólogos, y será un 30 por ciento más luminosa que lo habitual. En realidad, las superlunas son fenómenos repetidos de vez en cuando. Ocurrió el pasado 16 de octubre y otra más sucederá el siguiente 14 de diciembre. Lo notable de esta ocasión es que la luna llena ocurre tan sólo 2 horas después del perigeo, convirtiendo la noche en una notable fiesta para el deleite visual astronómico.
En un comunicado de prensa, la NASA asegura que “La luna llena no volverá a estar tan cerca de la Tierra hasta el 25 de noviembre de 2034”. En otro comunicado anónimo recogido en Internet, se anima a los terrícolas a no perderse el espectáculo lunar y a disfrutar de él. Al menos, mientras perdure, no pensamos en otro fenómeno político de repercusiones tan negativas como el de Trump quien prometió deportar o encarcelar a diez millones de inmigrantes con antecedentes, construir un muro en la frontera con México y que ya ha enchufado a la familia incluso antes de mudarse a la Casa Blanca