Sergio Vila-Sanjuán es ya todo un experto a la hora de retratar la crónica histórico-social de Barcelona, y su última muestra ha sido galardonada con el Premio Nadal, fallado, como todo el mundo sabe, en la misma ciudad. Y no es que esta novela no tenga algunos merecimientos y valores dignos de semejante recompensa, pero hubiera sido deseable desarrollarlos bastante más de lo que sus páginas demuestran.
El matrimonio perfecto de un publicista que bebe demasiado, la amiga abandonada por el marido que busca una segunda oportunidad y un paladín para recuperar a su hija, el locutor de pasado divisionario que se hace estrella en un programa-linterna (los que buscan a los perdidos), un comisario que pretende amenazar sin conseguirlo, potentados de amantes escondidas y fácilmente estafables, y crónicas periodísticas que rozan lo lacrimógeno, pero que son lo más destacable de la novela, precisamente por su fidelidad documental. Brotes que no terminan de cuajar, promesas que dejarán al lector con una sensación de hambre narrativa; novela casi de aliño que puede provocar la seria y peligrosa reflexión acerca de los caminos que está siguiendo el que, hasta hace no mucho, era uno de los pocos premios puros de nuestras letras.
Estaba en el aire. Sergio Vila-Sanjuán.Editorial: Destino. Barcelona 2013. 253 páginas.(LA VERDAD, "ABABOL", 8/6/2013)