La Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en ingles) ha evitado con éxito una colisión con basura espacial. Los especialistas han modificado su trayectoria para ponerla a una distancia segura del fragmento de un cohete antiguo que le amenazaba. La maniobra, que duró 2,8 minutos, permitió aumentar la órbita de la plataforma en 4,7 kilómetros.
Los expertos comentaron que la medida fue inevitable ya que la pieza, de 10 centímetros de diámetro, podría pasar a solo unos 300 metros de la EEI y causarle graves daños. El ‘amenazador’ trozo fue identificado como un fragmento del cohete portador Tsiklón-3, lanzado al espacio hace dos décadas, en 1991 y que puso en órbita los satélites Intercosmos-25 y Maguión-3.
No es la primera maniobra de este tipo que realiza el complejo espacial en lo que va de año. En abril, la EEI fue elevada debido a una fracción peligrosa del satélite ruso Kosmos 2251. En junio otro fragmento de basura cósmica que se había acercado demasiado a la EEI, obligó a los tripulantes a refugiarse en la nave espacial Soyuz acoplada a la estación.
Tanto la basura cósmica como la estación se mueven a una velocidad muy elevada. Los expertos explican que el fragmento del cohete en cuestión pesa sólo varias decenas de gramos, pero se mueve a una velocidad de cerca de 10 kilómetros por segundo, lo que es mucho mayor que la de un proyectil. Una colisión, incluso con un objeto relativamente pequeño, puede resultar extremadamente peligrosa.
En la EEI actualmente está de guardia la tripulación de la 29ª expedición, formada por el comandante Michael Fossum (EE.UU.) y los ingenieros de a bordo Serguéi Vólkov (Rusia) y Satoshi Furukava (Japón).
Fuente: RIA Novosti
Pruebas en laboratorio del impacto entre una esfera pequeña de aluminio, de 1,2 cm de diámetro y 1,7 gramos moviéndose a 6,8 km por segundo contra un bloque de aluminio de 18 cm de grosor. En el punto de impacto se pueden dar condiciones de temperatura y presión mayores que las que se calcula hay en el centro de la Tierra, es decir, más de 5.700 grados C y 356 GPa.Space debris: assessing the risk. ESA / Agencia Espacial Europea.
Quantum opina:
El pasado 28 de junio, los seis tripulantes que se encontraban en la Estación Espacial Internacional, tres rusos, dos americanos y un japonés, vivieron momentos dramáticos. Incluso se vieron obligados a dejar el complejo y refugiarse en la nave rusa ‘Soyuz’. Una nube de fragmentos de basura cósmica de considerable tamaño pasó a tan solo 250 metros de la plataforma a una velocidad superior a los cinco kilómetros por segundo.
Mientras tanto más del 80% de los cohetes, satélites y otros vehículos lanzados al espacio desde 1957 se encuentran en la órbita terrestre, sin cumplir función alguna. Es basura cósmica, que se mueve a velocidades que oscilan entre ocho y diez kilómetros por segundo. Por lo cual cualquier objeto, por más diminuto que sea, puede causar serios daños a una nave espacial. La acumulación de estos residuos preocupa a las naciones más desarrolladas, que ven peligrar sus futuros proyectos espaciales.
Aún cancelando toda actividad espacial, a nivel mundial, la cantidad de basura espacial aumentaría en unos 20 o 30 años,debido a la colisiones entre los objetos ya existentes.