Imagina un mundo nuevo en donde te gustaría moverte, poder andar descalzo, sin piedras que te rocen o te hagan daño en los pies, sin aire que te moleste, por el que puedas ir desnudo, pero que tampoco te agobie el calor sofocante de la vergüenza hacia con los semejantes que nos encontremos en nuestro paseo, sin un día ni una noche obligados a entenderse, sino que nosotros decidamos cuando sea ese cambio, poder cambiar gustos establecidos, poder sacar nuestra personalidad adelante, sin sucumbir a lo ambiguo.
Poder contemplar cada mañana un bosque lleno de luz, de claridad en la clorofila de las plantas, de las hojas de los árboles, poder tener cordialidad con los animales de madre natura, que esta a su vez, nos de nuestras necesidades, y aprendamos, conozcamos y recojamos de la tierra, lo imprescindible, solo aquello que nuestro cuerpo necesite, nada mas, y reparte lo demás.
Hombres y mujeres, niños y ancianos, animales y humanos, compartiendo el mundo en total armonía, en un bosque gigante, mundial, pero no mundano, sino bien habitado por todos, poder procrearnos en la verde florida de nuestro entorno imperecedero, antiguo y único.
Así que cuando estés de vuelta de todo, oscuro y lleno de dolor, piensa en un arco iris, empieza por el morado ó violeta, piensa que el día puede cambiar si quieres reaccionar. Que el siguiente color es vivo, es azul, piensa en un mar profundo, donde solo estás tú, aguanta la respiración, piensa en una nada, y exhala el aire que te queda en los pulmones, despacio, lentamente, exhala, levanta la cabeza despacio cuando termines de tener aire, y respira una vez tengas la cabeza inclinada, y retorna a la posición inicial, vista al frente, aguanta el aire de nuevo, exhala, estarás relajado, siempre puedes repetir. No te agobies el principio cuesta.
El siguiente color es el verde, sal del agua, contempla un mundo lleno de hierba fresca, alta, un espacio lleno de vegetación selvática, de árboles altos, que parecen tocar el cielo, donde los pájaros hacen sus nidos libremente, escucha el canto, escucha el silencio de madre natura, te da las gracias por todo aquello que has hecho por ella, por salvarla olvidando tus pecados.
Has vuelto a tus orígenes aprovéchalos y fúndete con la naturaleza reinante, eres parte de ella, siempre lo has sido pero te distanciabas negando esa faceta tuya en la burbuja del olvido, por siempre serás parte de ella, cuida a los animales, protégeles del resto, acaríciales no te harán nada, eres parte de ellos, juega con las mariposas azules y de otros colores vivos, deja que te enseñen el resto de ese nuevo espacio que estás creando con imaginación.
El siguiente color es el amarillo, mira el sol terrestre que te alumbra, que te da luz y color, y también su fuerza y su calor para que puedas ser tú mismo sin ropajes que te confundan, madura tu alma con el color naranja, siente la fuerza de la tierra que pisas, de la fina pero llena de fuerza tierra que ha cambiado gracias a nuestro cambio de personalidad.