El motor de la humanidad es el miedo.
El miedo es el refugio del esclavo.
La ética no se enseña, se práctica.
El Estado como indica su origen etimológico es una institución inmóvil, petrificada, que está sujeta a unas directrices que permanecen fijas y nunca se renuevan y cambian en lo esencial y que por lo tanto consolidan y perpetúan a una élite en el poder que rige el destino de la sociedad. Es por esta misma causa que el Estado también es corrupto en esencia al ser la culminación de este estado de cosas que anulan e impiden constantemente al individuo y a la sociedad ser sujetos de cambio y de revolución.El mal y la perversidad del Estado se diluyen en la sociedad.
Lo que unifica al dominador y al dominado es el miedo a ser libres, por eso son esclavos de sus temores.