Estados Unidos decide prestar ayuda a la Unión Soviética 02/08/1941

Por Lupulox

Detrás de nuestros enemigos: el judío.

Camaradas,
Desde los inicios de su carrera política, nuestro Führer Adolf Hitler ha tratado de prevenir al mundo del peligro que encierran el capitalismo y el comunismo, las dos doctrinas políticas que se han propuesto sumir al mundo en una nueva era de decadencia. Aunque enemigas acérrimas, en realidad no resulta posible entender a la una sin la otra. De hecho, el comunismo es hijo putativo del capitalismo, y sin la existencia de este último, aquél no habría tenido nunca sentido. El Führer siempre ha querido poner hincapié en que, a pesar de que comunismo y capitalismo pretendan mostrarse como ideologías contrapuestas, en realidad no pasan de ser versiones matizadas de la misma doctrina y un elemento más de la conspiración judeomasónica para hacerse con el control mundial. En ambos casos el materialismo es elevado a la cúspide del sistema; en ambos casos se produce una total erradicación de valores sociales, morales, espirituales e ideológicos; en ambos casos la nación y la ciudadanía no está sino al servicio de la clase política; en ambos casos se propugna el egoísmo institucional, el colonialismo, el imperialismo y la expoliación de los recursos mundiales al servicio de unas escasas elites privilegiadas: banqueros de Wall Street, empresarios judíos o miembros del Politburo.

Pues bien, lo que el Führer había estado anunciando desde hace casi veinte años, se ha convertido en una realidad hoy, 2 de agosto de 1941, día en que el Capitalismo y el Comunismo se han dado un abrazo de Judas y han concluido su enésima felonía contra la civilización cristiana y occidental. En efecto, los Estados Unidos han decidido hoy, por motu propio, dar un paso adelante y proteger bajo su paragua industrial a la Unión Soviética de Stalin, ese monstruo de Georgia al que hasta hace nada Churchill, Roosevelt y demás camarilla capitalista consideraban su archienemigo.


El mundo sin Nacionalsocialismo: dividido en dos bloques materialistas armados hasta los dientes.

En efecto, en el día de hoy ha terminado un intercambio de notas entre el Embajador de la Unión Soviética en los Estados Unidos Constantine A. Oumansky y el Secretario de Estado de los Estados Unidos Sumner Welles que han llevado al Gobierno representado por este último a ampliar el alcance de su Ley de Préstamo y Arriendo, que ya surte de suministros bélicos a la Gran Bretaña, para proporcionar ayuda a la Unión Soviética en forma de dinero, armas y pertrechos. A continuación reproducimos las dos últimas notas intercambiadas entre estos dos agentes de la conspiración bolchevique-capitalista contra el mundo.:

El Secretario de Estado en Funciones al Embajador de la Unión Soviética.

2 de agosto de 1941.

Mi querido Señor Embajador:

Tengo el placer de informarle de que el Gobierno de los Estados Unidos ha decidido prestar toda la ayuda económica posible con el propósito de fortalecer a la Unión Soviética en su lucha contra la agresión armada. Esta decisión ha sido motivada por la convicción del Gobierno de Estados Unidos de que el refuerzo de la resistencia armada de la Unión Soviética ante el ataque predatorio de un agresor que amenaza la seguridad y la independencia no sólo de la Unión Soviética sino también de todas las otras naciones redunda en el interés de la defensa nacional de los Estados Unidos.

De acuerdo con esta decision del Gobierno de Estados Unidos y para llevar a cabo la política anunciada arriba, el Gobierno de los Estados Unidos concede la más amistosa consideración a las peticiones del Gobierno, instituciones o agencias de la Unión Soviética relativas a la emisión en este país de encargos de artículos y materiales requeridos con urgencia para las necesidades de la defensa nacional de la Unión Soviética y, con el propósito de favorecer la rápida elaboración y entrega de dichos artículos, concede prioridad a estos encargos sobre los principios aplicables a los encargos de países que combaten contra la agresión.

Con el objeto de facilitar la ampliación de la ayuda económica a la Unión Soviética, el Departamento de Estados también concede licencias ilimitadas que permiten la exportación a la Unión Soviética de una amplia variedad de artículos y materiales requeridos por el fortalecimiento de la defensa de ese país, de acuerdo con los principios aplicables a la provisión de dichos artículos y materiales según sean requeridos para el mismo propósito por otros países que se resistan a la agresión.

Las autoridades apropiadas del Gobierno de los Estados Unidos, de acuerdo con la decisión a la que me he referido arriba, también dan su consideración favorable a las peticiones para la ampliación de las instalaciones portuarias disponibles en los Estados Unidos con el propósito de iniciar el envío por armar a la Unión Soviética de los artículos y materiales requeridos para la defensa de ese país.
Sumner Welles.

Vídeo del 23 de junio de 1941 en que el Embajador Soviético Oumansky y Sumner Welles expresan sus puntos de vista ante el ataque alemán.  "Detener el hitlerismo" es su objetivo común. 
Embajador de la Unión Soviética al Secretario de Estado en Funciones.

2 de agosto de 1941.

Mi querido Señor Secretario en Funciones:
Tengo el placer de tomar nota del contenido de su comunicación de hoy en la que me ha informado de que el Gobierno de los Estados Unidos ha decidido prestar toda la ayuda económica posible con el propósito de reforzar a la Unión Soviética en su lucha contra la agresión armada. Usted añade que esta decisión ha sido motivada por la convicción del Gobierno de los Estados Unidos de que el refuerzo de la resistencia armada de la Unión Soviética ante el ataque predatorio de un agresor que amenaza la seguridad e independencia no sólo de la Unión Soviética sino también de todas las otras naciones redunda en el interés de la defensa nacional de los Estados Unidos.

De parte de mi gobierno, deseo enfatizar la rectitud del punto de vista de que el agresor que ha invadido mi país traicioneramente amenaza la seguridad e independencia de todas las naciones amantes de la paz y que esta amenaza crea de forma natural una comunidad de interés de defensa nacional por parte de esas naciones. Mi Gobierno me ha instruido para que exprese al Gobierno de los Estados Unidos su gratitud por la amistosa decisión del Gobierno de los Estados Unidos y su confianza en que la ayuda económica a la que se refiere en su nota será del alcance y será llevada a cabo con la velocidad que corresponde a la magnitud de las operaciones militares en que está implicada la Union Soviética, dado que al ofrecer resistencia armada al agresor – una resistencia que, como muy justamente usted ha observado, redunda también en el interés de la defensa nacional de los Estados Unidos.

Constantine A. Oumansky.

"¡Cuidado! ¡Nuestros hogares están en peligro!"  La propaganda belicista incita a la población de los Estados Unidos a pensar que dos naciones pacíficas y encantadoras como Japón y Alemania pueden suponer una amenaza.

A su vez, Estados Unidos ha anunciado el embargo de petróleo y combustible de aviación para su exportación fuera de Estados Unidos, dejando fuera de esta exclusión a Gran Bretaña, la Commonwealth y los países del Hemisferio Occidental (continente americano). La medida está claramente dirigida a Japón, que se ve arrinconada ante la posición de Roosevelt, entre la espada y la pared y con la única opción de ir a la guerra. ¿Cómo puede ser que un país situado en Norteamérica pueda decidir sobre lo que sucede y debe hacerse en todo el mundo? Desde luego, hay algo que funciona mal en este planeta…
Ante este cúmulo de situaciones, sólo nos queda decir una cosa: el Comunismo y el Capitalismo son una enfermedad; el Nacionalsocialismo su cura.

Es lebe Nationasozialismus! Sieg Heil!