Hemos llamados al 11 de enero Día de la Vergüenza Nacional, aseguró.
Hace cuatro años, el cierre de la famosa cárcel estadounidense parecía cercano, tras las promesas preelectorales de Barack Obama: "Guantánamo se cerrará dentro de un año o menos contando desde ahora".
Obama no solo rompió su promesa de cerrar la prisión sino que promulgó la polémica Ley de Autorización de Defensa Nacional, que permite la custodia militar de personas sospechosas de terrorismo sin tener cargos ni optar a un juicio, según RT.
Desde hace días, organizaciones de derechos humanos protestan frente a la Casa Blanca contra el mantenimiento de la penitenciaría en el enclave, ubicado en territorio cubano contra la voluntad de las autoridades y del pueblo de la Isla.
Un centenar de personas ayunan desde el pasado 2 de enero y efectúan acciones frente a la sede del Ejecutivo y otros lugares del país, a fin de denunciar la injusticia que es Guantánamo y las prisiones secretas estadounidenses en el mundo, comentó el sitio digital ENews Park Forest.
Dichas protestas integran la campaña "Diez años es demasiado: Día Nacional de Acción para cerrar Guantánamo", la cual concluirá este miércoles con una movilización en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, informaron los patrocinadores.
La acción cívica es organizada por una coalición de grupos como Testigos Contra la Tortura, el Centro de Derechos Constitucionales, la Campaña Nacional Religiosa contra la Tortura y Amnistía Internacional, entre otras.
Ciudadanos vestidos con el típico uniforme naranja de los reos, con sus cabezas envueltas por capuchas negras y ubicados tras barras de hierro que simulan una celda, atraen por estos días la atención de los transeúntes que se desplazan frente a la Casa Blanca.
Numerosas denuncias verifican que en la cárcel de Guantánamo se torturó a los prisioneros y se violan sus derechos humanos al aplicar el confinamiento solitario, algo en lo que Washington ocupa el primer lugar mundial con más de 20 mil casos, según informes de las Naciones Unidas.
El centro penitenciario es considerado el más caro del mundo, pues cuesta a los contribuyentes estadounidenses unos 800 mil dólares anuales por cada cautivo, 30 veces el costo de mantener a un reo en las prisiones federales, confirmó en noviembre el diario estadounidense The Bellingham Herald. [PL]