Estados Unidos y Al Qaeda: enemigos íntimos

Publicado el 11 octubre 2011 por Norelys @norelysmorales
Dalia González Delgado.- La mañana del 11 de septiembre, cuando la CNN difundió las primeras imágenes de una de las torres del World Trade Center en llamas, y aún no se sabía si se trataba de un accidente o de un atentado, los comentaristas de la cadena de información 24 horas evocaron la posible responsabilidad de Osama bin Laden. Progresivamente esta hipótesis se impuso como la única explicación posible. Pero hasta hoy, esa acusación no ha sido sostenida con pruebas concretas.
¿Quién era en realidad Bin Laden? ¿De dónde salió ese "monstruo" capaz de un acto semejante? Presentado siempre con sus barbas mesiánicas cual un elegido, se trata de un simple mortal, tan pragmático como cualquier capitalista. Diplomado en economía y gestión de empresas por la King Abdul Aziz University, en Arabia Saudita, desde 1979 comenzó a gestionar las finanzas de las operaciones secretas de la CIA en Afganistán.
En diez años, la agencia estadounidense invirtió 2 000 millones de dólares en ese país contra la Unión Soviética. Los servicios saudíes y estadounidenses reclutaron a fundamentalistas islámicos, los formaron, los armaron y los aleccionaron en una yihad (guerra santa) para combatir y vencer a los soviéticos. Osama bin Laden gestionaba las necesidades de ese grupo en un fichero informático llamado "al-Qaeda", expresión que en árabe significa infraestructura, base o asentamiento. Al parecer, de ahí viene la denominación.
El propio Bin Laden declaró en una entrevista en el 2001 que "no hay una organización bajo el nombre Al Qaeda. El hermano Abu Ubaida al-Banshiri creó una base militar para entrenar a los jóvenes y (...) este lugar fue llamado La Base".
Se sabe que todos los imperios han tenido siempre un enemigo. Lo necesitan. Si no existe, hay que inventarlo. Durante los años de la Guerra Fría, la Unión Soviética existía como contrapeso a la hegemonía de Washington. Luego de su desintegración, convirtieron a Al Qaeda en el único factor visible de oposición global a su poder. La supuesta red terrorista es una creación de la Casa Blanca.
Después de los sucesos del 11 de septiembre comenzó el show. Estados Unidos necesitaba una excusa para intervenir militarmente a países del Oriente Medio.
Cuesta creer que desde las montañas de Afganistán, Bin Laden hubiera podido organizar los atentados sin conocimiento del gobierno de George W. Bush. ¿Por qué 10 años para capturarlo?
Sí sabían de su paradero el mismo 11 de septiembre. Estaba hospitalizado, haciéndose diálisis por una afección en un riñón, dentro de un hospital militar estadounidense en Paquistán. Pero no podían detenerlo. Tenían una campaña de reelección por delante y muchos territorios para ocupar.
Bin Laden volvió a aparecer, o fue nuevamente traído a escena, durante un contexto de transformaciones en África. El anuncio oficial de su muerte dio lugar a todo tipo de polémicas. En opinión del investigador francés Thierry Meyssan, esto se había hecho indispensable desde que los hombres de Bin Laden fueron incorporados a las operaciones en Libia y Siria.
El periodo actual exigía un cambio de imagen para los yihadistas. Era necesaria la muerte de su exjefe virtual, para invitarlos a luchar del lado de la OTAN, como lo hicieron en Afganistán del lado de la CIA.
Los compañeros de armas de Bin Laden vuelven a ser "combatientes de la libertad", fieles subordinados del nuevo amo, que indican a la OTAN los objetivos a bombardear en territorio libio, o disparan indiscriminadamente sobre la multitud y las fuerzas del orden en Siria.
Así, EE.UU. dirige en Siria y Libia a los yihadistas, a quienes, sin embargo, dice enfrentar en Iraq y Afganistán. El llamado Consejo Nacional de Transición libio está integrado, mayoritariamente, por miembros de Al Qaeda, como lo ha denunciado Gaddafi.
Aliados primero, adversarios luego y nuevamente aliados. Enemigos íntimos. La historia se repite una y otra vez. Al Qaeda es en realidad un conjunto de mercenarios que Estados Unidos recicla cuando le hace falta. Esta vez, son utilizados como fuerza de combate en su arremetida contra el continente africano. [Tomado de Granma]