Con la Doctrina Monroe, los Estados Unidos se convirtieron en una especie de poder absolutista dentro de América, dando la espalda al viejo continente y otorgándose la autoridad moral para expandirse a la fuerza y convertirse en una potencia mundial, primero al conquistar el Oeste y la guerra contra los indios, luego contra México y Texas. No consideraban su expansionismo como política exterior sino que lo hacían con la “conciencia tranquila”, es decir, que la política exterior de los Estados Unidos consistiría en no tener política exterior.
Razones de Cuba comparte una serie de infografías que muestran una cronología de las intervenciones y creación de bases militares de los Estados Unidos en distintos países de América Latina.