Título original: Instanbul. Hatiralar ve sehir
Traductor/a: Rafael Carpintero
Edición: 1ª ed.
Lugar de edición: Barcelona
Editorial: DeBolsillo
Año de edición: 2007
Número de páginas: 438
ISBN: 978-84-8346-418-2
Estambul es un retrato, en ocasiones panorámico y en otras íntimo y personal, de una de las ciudades más fascinantes de la Europa que mira a Asia. Pero es también una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk.
La historia da comienzo con el capítulo de su infancia, donde Pamuk nos habla sobre su excéntrica familia y su vida en un polvoriento apartamento -”los apartamentos Pamuk”, así los denomina- en el centro de la ciudad.
El autor recuerda que fue en aquellos días lejanos cuando tomó conciencia de que le había tocado vivir en un espacio plagado de melancolía: residente en un lugar que arrastra un pasado glorioso y que intenta hacerse un hueco en la “modernidad”. Viejos y hermosos edificios en ruinas, estatuas valiosas y mutantes, villas fantasmagóricas y callejuelas secretas donde, por encima de todo, destaca el terapéutico Bósforo, que en la memoria del narrador es vida, salud y felicidad.Recomendaría este libro por dos motivos. Primero, porque se conoce un poco a Pamuk y se comprende mucho mejor su obra ya que plasma en cada una de ellas parte de su vida, con pequeñas y sutiles pinceladas. El segundo motivo es porque, tanto para los que ansían conocer esta ciudad con alma como para los que ya la conocen, ofrece una visión completamente ajena a las típicas visitas turísticas; es como si Pamuk nos diera la mano y nos enseñara los recovecos, la historia, los colores y gente de la Estambul.
Esta elegía sirve para que el autor introduzca a pintores, escritores y célebres asesinos, a través de cuyos ojos el narrador describe la ciudad. Hermoso relato de una ciudad y una vida, ambas fascinantes por igual.
Estambul es uno de esos libros que pueden gustar mucho a algunos y que otros tal vez no pasen ni de las primeras páginas. Si te gusta el estilo de Pamuk y Estambul, te gustará el libro, si no es así, tal vez termines abandonando su lectura.
Sin embargo, hay capítulos que se hacen un poco pesados, les falta agilidad y fluidez; a ello contribuye la cantidad de nombres turcos, aunque no es algo sumamente relevante, pese a estar bien escritos. Esto es algo que vengo apreciando en lo que llevo leído de Pamuk -que no es mucho, pero sí lo suficiente-, y es un poco reiterativo. Portada: http://clubdecatadores.files.wordpress.com/2010/10/estambul-orhan-pamuk1.jpgPuente Galata: http://www.estambul.es/fotos/restau