Ciudad de culturas, cuna de civilizaciones, habita en dos continentes y es dueña de los atardeceres más bellos de la tierra. Hablo de Estambul. Que en tiempos de los griegos tomó el nombre de Bizancio y que el emperador Constantino I más tarde rebautizaría con su homónimo, Constantinopla.
Si me sigues, te contaré como disfrutar de esta joya del Bósforo en 9 días, de manera completa y sin prisas.
¿Dónde alojarse?
Si no eres de los viajeros in-extremis y no te gusta la improvisación, querrás salir de casa con un lugar asegurado donde quedarte una vez en tu destino.
Hay 2 grandes zonas donde se recomienda alojarse: la parte nueva, en las inmediaciones a la plaza de Taksim, por ejemplo; y en la parte antigua, en el Sultanahmet.
Si lo que quieres es estar cerca del Estambul más tradicional, del Ayasofya o de TopkapI, tu lugar es sin duda el Sultanahmed. Y fue precisamente eso lo que hicimos en nuestra primera visita a Estambul, disfrutar de la esencia de la ciudad en un hotel a escasos metros de la Mezquita Azul.
¿Cómo llegar al centro de Estambul?
Desde el aeropuerto de Estambul Ataturk hay dos opciones económicas:
- Bus: por aproximadamente 5€, hay un servicio de shuttle bus que os dejará en la plaza de Taksim. Igualmente, para regresar al aeropuerto, el punto de partida es la plaza de Taksim. Es buena opción para aquellos madrugadores cuyo vuelo salga muy temprano, pues no habrá mucho tráfico. Tardareis aproximadamente 30 minutos en llegar.
- Metro y tranvía: Debéis coger la línea M1 en la estación del aeropuerto (HavalimanI) en dirección Aksaray. Tras 5 estaciones, llegareis a Zeytinburnu, donde tendréis que hacer transbordo y tomar la linea 1 (T1) del tranvía (según sales del vagón, dirigidos a la derecha). Si vuestro alojamiento está en la parte antigua, las paradas más probables serán Çemberlitaş, Sultanahmet o Gülhane. Si a donde os dirigís es a la zona norte de la parte europea, tendréis que continuar hasta Kabatas. Una vez en Kabatas, tomar el funicular y subir hasta Taksim. Como veréis, no es un medio rápido por la cantidad de transbordos y estaciones, por lo que os recomiendo salir con bastante antelación en vuestro viaje de vuelta.
¿Cuánto tiempo es necesario? ¿Y la mejor época del año?
Si quereis ver Estambul sin ir con la lengua fuera, con 4 días completos podréis cumplir el objetivo:
- Día y medio en la parte antigua de la ciudad
- Pasar una tarde a orillas del Bósforo, en el barrio de Ortaköy
- Un día para cruzar el Cuerno de Oro, subir a la Torre de Gálata y pasear hasta Taksim
- Invertir una mañana de compras en el Gran Bazar, respirar los aromas del Bazar de las Especias y ver el atardecer en el muelle de Karaköy.
Estambul es una ciudad de contrastes en todos los aspectos, y el clima no es una excepción. Los inviernos pueden ser muy fríos (no es raro que nieve), y la humedad que da el Bósforo agudiza esta sensación. Como contraposición, los veranos son tremendamente calurosos y muy poco lluviosos. Por estos motivos, los mejores meses del año para visitar de la ciudad, son de septiembre a principios de noviembre; y de abril a principios de junio.
¿Qué hacer en Estambul?
- Visita obligada al Sultanahmet
- Regatear en el Gran Bazar y en el Bazar de las Especias
- Plaza de Taksim y ruta por el antiguo barrio genovés
- Cruzar al lado asiático . Pasear por las orillas del Bósforo
- Subir a la Torre de la Doncella o Kiz Kulesi
- Perderse por el barrio de Ortaköy
- Conocer el lado nocturno de Estambul
- No perderse un crucero por el Bósforo
- Dejarse sorprender por la majestuosidad del palacio de DolmabahÇe
VISITA OBLIGADA AL SULTANAHMET
Menos de 200m separan La Mezquita Azul del Ayasofya, el Ayasofya del Palacio de TopkapI y, a su vez, el Palacio de TopkapI de la Cisterna Basílica. Estos son los cuatro imprescindibles del Sultanahmet. Sin embargo necesitarás más de un día si decides visitarlos todos intensamente.
Este barrio que queda al sur de Estambul se caracteriza, además de por la alta concentración de grandes mezquitas y lugares de gran interés histórico y cultural (TopkapI, Ayasofya…), por sus concurridas calles, muchas de las cuales están copadas de restaurantes en los que poder disfrutar de comida de calidad razonable a precios no muy desorbitados (así que si os entra algo de hambre, no deis demasiadas vueltas, cualquiera os gustará).
Una de las grandes maravillas que esconde el Sultanahmet es sin duda la Cisterna Basílica o de Yerebatan. Es una gran desconocida para muchos, pero la majestuosidad de sus columnas, sus pasillos tenuemente iluminados y el reflejo en el agua, os dejará gratamente sorprendidos. La entrada está en la calle Yerebatan, casi esquina con la calle Divan Yolu (a pocos pasos del Ayasofya).
- Visitar el interior y alrededores de la Mezquita Azul no os llevará más de hora y media. Aqui tenéis que planificar porque los horarios de visita a las mezquitas están condicionados por las horas de oración, durante las cuales permanecen cerradas al público turista.
- Podeis facilmente dedicar un par de horas a la Cisterna de Yerebatan.
- Con dos horas de intensa visita, sorteando turistas y cámaras fotográficas ajenas, visitareis el Ayasofya, primeramente basílica, después mezquita, y finalmente convertida en museo.
- En el palacio de TopkapI, tanto por su gran dimensión como por su belleza, podéis pasar una tarde entera, para después cenar y descansar en alguno de los restaurantes de la zona.
REGATEAR EN EL GRAN BAZAR Y EN EL BAZAR DE LAS ESPECIAS
Si queréis iros de la ciudad con los deberes hechos, preparad vuestro sentido de la orientación y adentraos en uno de los bazares más famosos del mundo, el Gran Bazar de Estambul. Se recomienda madrugar e ir temprano, cuando menos gente suele haber, y no solo por evitar aglomeraciones y agobios dentro del bazar, sino porque a al comienzo del día, los vendedores quieren ir garantizando ventas y os será más fácil regatear y conseguir un buen precio (que suele ser, más o menos, la mitad de lo que os proponen). En el Gran Bazar encontrareis de todo, y está organizado por zonas: la del cuero, muebles, joyería, artesanía, orfebrería… ¡OJO! ¡Cierra los domingos!
La parada de tranvia más cercana es Beyazıt-Kapalıçarşı.
Pero sin duda, el bazar con más encanto es el de las Especias, junto a la Mezquita Yuni y a pocos pasos del puente de Galata. Con su característica forma de L, en este bazar encontrareis una gran cantidad de tiendas en las que comprar delicias turcas (Lokum), tés e infinidad de especias, lo que le da un olor muy característico. Sin embargo no es exclusividad de las especias, ya que también encontrareis bolsos, bisutería, joyería, objetos de decoración, toallas de hammam y paños… y a precios bastante buenos incluso sin regatear. Junto con Ortaköy, el bazar de las especias es una de mis paradas obligadas cada vez que viajo a Estambul. Para llegar debéis bajar en la parada de Eminönü.
PLAZA DE TAKSIM Y RUTA POR EL ANTIGUO BARRIO GENOVÉS
Si en el Bazar de las Especias habéis captado el aroma de Estambul, si ya habéis descubierto la diferencia entre el kebab y el durum, os habéis saciado con los deliciosos baklava y pensáis que no os queda nada más para sorprender a vuestro paladar, os equivocais. Aun os queda saborear Turquía probando un completo desayuno turco. Y uno de los mejores lo sirven en Van Kahvalti Evi, en la calle Defterdar Yokuşu nº 52. Este local está relativamente cerca de Taksim, por lo que si madrugáis, podéis empezar el día en la plaza, curiosear por los puestos de flores cercanos a la salida de metro, ver partir el tranvía por la calle Istiklal y palpar el contraste que existe entre la orilla europea y la asiática, así como entre la zona nueva y el sur, el Sultanahmet.
Tras este copioso desayuno lo más apropiado será un buen paseo por el antiguo barrio genovés, es decir, las inmediaciones a la Torre Gálata. Podréis curiosear en las muchas y variadas tiendas de la zona, os empapareis del día a día de esta ciudad en constante ebullición y, subiendo a la torre, disfrutareis de la mejor panorámica de Estambul.
CRUZAR AL LADO ASIÁTICO . PASEAR POR LAS ORILLAS DEL BÓSFORO
Muchos ferries os llevarán al lado asiático de la ciudad, dónde veréis como el día fluye de manera diferente. Perderse por el barrio de Üskudar, entrar en alguno de sus cafés y curiosear por las tiendas, para al final del día disfrutar de un té al borde del Bósforo. ¿Se os ocurre mejor manera de terminar el día?
SUBIR A LA TORRE DE LA DONCELLA O KIZ KULESI
Toma su nombre de la leyenda bizantina que cuenta cómo el emperador, en su deseo por salvar a su hija de una muerte profetizada, la encerró en esta torre para librarla de cualquier riesgo. Pero no pudiendo escapar al destino, la princesa murió por la picadura de una serpiente. Aunque también la oiréis nombrar como la Torre de Leandro, gracias a la leyenda griega de Leandro y Hero.
Fue primeramente una torre de defensa y vigilancia, para más tarde convertirse en faro. Ahora, esta torre que emerge de un pequeño islote en los límites del Bósforo, alberga un restaurante y presume de una panorámica privilegiada.
Hay que tomar ferry para poder acceder a ella: primero debéis cruzar al lado asiático (desde Kabatas o desde Eminonü hasta Üsküdar). Una vez allí, debéis caminar dirección sur (hacia la torre) y llegar a un pequeño muelle situado frente al islote. Desde allí salen continuamente lanchas y los billetes se compran allí mismo.
PERDERSE POR ORTAKÖY
Es quizás uno de los lugares con más encanto de la ciudad. Hablar de Ortaköy es hablar de casas de madera, de colores, de alegría en sus calles, del Bósforo, de deliciosa comida (no os perdáis sus famosas patatas rellenas o Kumpir, ni sus grotescos crepes, rellenos de todo aquello que vuestro estómago y remordimientos puedan aguantar).
Cualquier día del año, las calles del barrio están colmadas de puestos en los que podéis encontrar bisutería (mayormente), láminas y gravados, gafas de sol, objetos de decoración y decenas de restaurantes y cafés. Muchos de ellos con terrazas con vistas espectaculares y atardeceres para recordar. Es un barrio con mucho ambiente a cualquier hora, por lo que es una buena opción muy recomendable para tomar algo al caer el sol. Eso sí, no es especialmente barato.
Para llegar tendréis que hacerlo en autobús y con mucha paciencia. Si no queréis dar mucho rodeo, tendréis que ir por Besiktas y Ciragan Caddesi, donde los atascos son la norma y no la excepción. Los autobuses los podéis tomar en Besiktas o en Kabatas.
CONOCER EL LADO NOCTURNO DE ESTAMBUL
Al caer el sol son muchas las opciones que se nos descubren. Y todas ellas permiten ver Estambul desde un punto de vista diferente.
Una cena tranquila en los alrededores de la parada de tranvia de Galatasaray puede ir después acompañada de una copa (o más de una) en la concurridísima zona de Asmalimescit. El buen ambiente y la buena música de muchos de los locales os imantarán.
Pero si vuestros gustos son de alturas, no podéis dejar pasar el famoso local 360, en Istiklal. Restaurante y discoteca cool a precios altos, como también altas son sus vistas y fantásticos sus atardeceres.
CRUCERO POR EL BÓSFORO
En Eminonü salen muchos de los ferries que suben el estrecho del Bósforo, llegando casi hasta el mar Negro. Si el tiempo acompaña, aprovechad para una ruta tranquila por las aguas del Bósforo y bajaos en uno de los pueblos situados más al norte, Sariyer.
A lo largo de la ruta, descubriréis la ciudad desde otra perspectiva. Sobrepasareis el palacio de DolmabahÇe, la fortaleza construida por el sultán Mehmed II tras conquistar Estambul en 1452, las espectaculares mansiones a orillas del estrecho y muchos de los puentes que conectan la Turquía asiática con la europea.
Una vez en el pequeño pueblo pesquero de Sariyer, encontrareis algunos restaurantes en los que disfrutareis de inmejorables vistas, con el Bósforo a escasos metros de vuestra mesa.
PALACIO DE DOLMABAHÇE
Fueron necesarios más de 10 años para construir uno de los edificios más representativos de Estambul. El palacio de DolmabahÇe se convirtió en residencia de sultanes tras la finalización de su construcción en 1856 y hasta 1924, año en el que Mustafa Kemal Ataturk abolió el Califato en su reforma constitucional.
Os sorprenderá la majestuosidad de su interior, sus salones, pasillos, escalinatas y habitaciones, pero los jardines del palacio, al borde del Bósforo, son también parte de su atractivo.
Lugares secretos
Dejaos sorprender por la gastronomía más auténtica en lugares con encanto y algunos, con vistas inmejorables…
- AÇik Mutfak/Open Kitchen
- Klemuri
- 5kat
Para comer, tomar un té al atardecer en su azotea, cenar o tomar la primera copa al caer el sol. No esperéis precios económicos pero si un lugar para no perdérselo si tenéis tiempo. Lo encontrareis en Cihangir Mh., Soğancı Sk No:7.
- J’adore
Para amantes del chocolate y el dulce en general. Os gustará salir de este cafetín al más puro estilo francés, para después volveos a adentrar en Istiklal y el corazón de Estambul. Está en una calle perpendicular a Istiklal, en Emin Nevruz Sokak No: 22.
Estambul y sus alrededores abre el apetito para descubrir el resto de Turquía.
Keep on the road!