Estamos jugando... Star Wars AGE - Episodio 2.2

Publicado el 30 julio 2018 por Gica

Menudo silencio el de estos meses, ¿verdad? Ya era hora de dar señales de vida :)

Hoy me he conjurado a publicar por fin ésta entrada que comencé ni más ni menos que hace tres meses... que comenzar las cosas y dejarlas en Borrador muy bien, pero terminarlas (tengo 71 borradores) no tanto.

Bien, recordaréis que en la entrada anterior sobre el experimento Star Wars AGE, después de su estreno rolero, mis sobrinas dijeron que les había gustado y querían volver a jugar, cosa que hicimos en Semana Santa. Mismos personajes y enlazando con la primera sesión gracias al cabo suelto que Aayla Secura dejó tras aceptar verse con el joven diplomático separatista Sard Jeftal en Coruscant.

En preparación me tocó seguir traduciendo y adaptando algunas cosas para que mi versión de Star Wars mediante el Sistema AGE fuese teniendo cada vez más herramientas y nos permitiese ir avanzando sus personajes. Mi idea era mostrarles cómo se sube de nivel, pero finalmente por cuestiones de tiempo tuve que descartar la idea y dejarlo para la siguiente sesión.

Habíamos dejado, pues, a Aayla Secura y Padmé Amidala retomando sus responsabilidades respectivas después del éxito de su misión para el Canciller. Sard Jeftal, a quien habían ganado por la mano en el duelo diplomático por la lealtad de Ukio, y que había caído rendido ante el magnetismo de Secura, le envió a ésta un mensaje un par de semanas después invitándola a encontrarse para cenar en un exclusivo restaurante coruscanti. La twi´lek tuvo, no obstante, la precaución de avisar a la senadora Amidala de su cita, y juntas acordaron que la segunda la acompañaría a cierta y discreta distancia. Los contactos de la senadora le permitieron conseguir reserva en la Delicia de Gamellia a pesar de la nula antelación, y ubicarse en una mesa a poca distancia de sus vigilados.
El agente separatista y la jedi comenzaron la velada conociéndose un poco mejor en el terreno personal. Así, Aayla supo que Jeftal era nativo de Corellia, hijo de una rica familia vinculada a la ingeniería naval pero más interesado en la política que sus allegados. Tras formarse en una prestigiosa escuela, justo cuando comenzaron los problemas con la corriente separatista liderada por el Conde Dooku, sintió, como muchos jóvenes, que el antiguo maestro jedi esgrimía razones validas. Desde entonces ha formado parte de varias delegaciones separatistas en busca de adhesiones por los sistemas del núcleo galáctico. Mientras tanto, la senadora Amidala reparó en una de entre las muchas caras conocidas presentes: Chutt Galbora, la periodista con la que tuvieran un tenso encuentro antes de comenzar la misión en Ukio. Sin dudar, abandonó su mesa y se aproximó a la de ésta para saludarla y averiguar qué se traía entre manos. Aunque azorada inicialmente, Galbora se rehizo y aceptó la compañía de la senadora, a quien explicó que era una habitual del local, pues allí se daba cita "todo el que es interesante en este planeta".

Súbitamente, mientras cenan, Sard Jeftal comienza a gesticular y evidenciar síntomas de asfixia. Apenas unos segundos más tarde se desploma en el suelo volcando la mesa. Aayla Secura lo examina mientras pide a voces un médico, y Padme se levanta tras los pasos de Galbora, quien se ha unido presurosa al círculo de curiosos que ya rodea al desvanecido diplomático separatista. La suerte - la Fuerza - sonríe al joven: entre los presentes hay un médico. Todo parece indicar que ha sido víctima de un envenenamiento. A los pocos minutos se lo llevan a un hospital. Padme y Secura abandonan el local tras hablar con los agentes del orden que se personan tras lo ocurrido. Aprovechando el barullo, la jedi emplea la Fuerza para hacer caer el datapad de Chutt Galbora al suelo y romperlo, arruinando sus notas acerca del evento.

A pesar de ello, la noticia se filtra rápidamente a la prensa y engendra titulares que señalan con sospecha a la Orden Jedi de envenenar a sus rivales políticos. El Consejo no tarda en convocar a Aayla Secura y Padme Amidala para saber de primera mano lo sucedido y compartir con ellas las malas nuevas. Según han sabido, Sard Jeftal ha sido víctima de un veneno particularmente raro extraído de una planta llamada xivan, oriunda del planeta Duminal, actualmente en territorio separatista y lejos de los frentes de batalla. Los médicos han podido retardar el efecto del veneno usando una potente medicación, pero para elaborar un contraveneno eficaz resulta vital conseguir ejemplares de xivan. Es por ello que el Consejo ha decidido enviar a Aayla Secura a Duminal para obtenerla y traerla de vuelta. La senadora Amidala se ofrece a acompañarla para ayudarla a tratar con las autoridades locales, a lo cual el Consejo no se niega siempre que sea consciente de los riegos.

Ambas deciden partir sin más ayuda o escolta que un droide modelo R2 en la nave privada de Padme. La nave sale del hiperespacio esperando encontrarse una órbita tranquila... pero lo hace en mitad de un nutrido combate naval entre dos contingentes republicanos y separatistas. En el caos subsiguiente las dos compañeras se preparan para esquivar varios cazas droide que se han fijado en su nave y, tras localizar la nave general de la República, se lanzan hacia ella comenzando una huida vertiginosa. Ninguna de las dos es, sin embargo, una piloto experta, y la huida comienza a ser desesperada cuando la nave choca contra uno de sus perseguidores, y eso hace que choquen de nuevo, a su vez, con un caza tripulado republicano. La nave de nuestras dos protagonistas comienza a perder presión y se declara un incendio debido a que un ala acaba de ser reducida a escombros. Comunican su estado a la nave general, quien les indica que deben avanzar más para que puedan alcanzarla con su rayo tractor, una hazaña difícil con el resto de cazas droide yéndoles a la zaga... pero que consiguen realizar no obstante, aunque totalmente in extremis.

A bordo de la nave de la República, comparten con el capitán Allemthafir su propósito en Duminal, para lo cual éste les proporciona un pequeño transporte con el que descender al planeta. No hay bloqueo de ningún tipo sobre el planeta - los dos contingentes llevaban días persiguiéndose a través de varias rutas espaciales - por lo que aterrizan sin problemas. Lo hacen no muy lejos de lo que identifican como un enclave científico aparentemente neutral. Tras entablar contacto con los técnicos del mismo, conocen que pertenece a la compañía Czerka Arms. Uno de sus biólogos les indica, tras ciertas dosis de diestra persuasión, una zona donde pueden encontrar plantas xivan, aunque les advierte que se considera bajo control militar separatista. Tardan algo más de medio día en llegar al lugar, y consiguen las plantas, pero deben abandonarlo con rapidez, pues una patrulla droide las sorprende y, aunque logran acabar con los droides, no impiden que estos den la voz de alarma. Con dificultad dan esquinazo a sus perseguidores, regresan a la nave republicana y, desde allí, una vez finalizado el combate, y tras encontrar un transporte adecuado (la nave de Padme ha quedado inservible), regresan a Coruscant. Los ejemplares recogidos son empleados para sintetizar el contraveneno pero, sin embargo, Jeftal muere... o eso es, al menos, lo que la oficina del Canciller permite que sea revelado al público. El joven diplomático, en recuperación, será trasladado a un lugar seguro donde no tendrá que temer por su vida, y donde podrá ayudar a la República en agradecimiento con información de inteligencia sobre los Separatistas.

Impresiones tras la sesión

A pesar de que parece que dió para largo y tendido, la sesión duró sólo dos horas. Para mi, representa la mitad de lo que me hubiera gustado jugar, por costumbre y por gusto, pero aún así ellas parece que lo disfrutaron, de modo que yo también. Gracias a ellas me estoy dando cuenta de que me he acostumbrado a un ritmo determinado, el ritmo de mi mesa normal supongo, pero claro, no todo el mundo juega igual. Ya no por desenvoltura con el rol, sino por el gusto o no por las descripciones y detalles, etc... A diferencia de la anterior sesión, que jugamos más y el timing quedó niquelao, aquí tuve que recortar algunas cosas y encuentros que había pensado y por ello pienso que no quedó tan redonda. Por ejemplo, que el encuentro de combate en Duminal fuese de nuevo contra varios droides quedó repetitivo, pero a lo que había pensado inicialmente no daba tiempo y tuve que improvisar. Pero bueno, fueron cosas que me anoté para la siguiente, en la que ya os adelanto que no me volvió a pasar :) Porque si, parece que se han enganchado del todo, así que hubo una tercera entrega. A ver si para esa entrada puedo enseñaros algo del sistema que estoy usando.