Con esta pregunta me hago eco de la propuesta que ha realizado Bill Gates de que se debe de apostar por la contratación basada en habilidades y no en títulos.
Eso es algo que llevo indicando en este blog desde hace 6 años que lleva abierto pero, ¿estamos realmente capacitados para ello y olvidarnos de la ‘titulitis’ que hay en España?
No dudo de que haya países en los cuales este tipo de reclutamiento sea el mejor, pero para ser sinceros, en España no lo veo. Espero llegar a verlo algún día, pero por ahora creo que estamos muy lejos de eso.
¿Cual es la habilidad más habitual en los directivos que mandan en las organizaciones en España en la actualidad? Pues sencillamente ‘ser familia de…’, ‘ser amigos de….’, ‘pertenecer a….’,…. O sea, habilidades que no son adquiridas por el conocimiento ni por el talento, sino que son heredadas por circunstancias personales y familiares que hacen que realmente la economía de España esté siempre en las manos de un reducido número de familias y de todo su entramado e interrelación.
¿Cómo podemos pretender que quien recluta se base en las habilidades del candidato cuando ni él mismo fue seleccionado por ese motivo?
El título no deja de ser algo que se puede comprar y más si posees dinero para ello o perteneces a una familia con determinados apellidos. Ahora bien, el talento, las habilidades y las competencias para un puesto, son innatas en cada uno y son más difíciles de comprar y, sobre todo, de disimular su carencia cuando estés en el puesto de trabajo. Me vale sin ir más lejos el ejemplo reciente de la del ‘relaxating cup of café con leche’.
Por lo tanto, si el que decide el reclutar a este o aquel candidato, está en ese puesto porque es quién es y no por lo que sabe hacer ¿cómo podemos esperar que sea capaz de reclutar por habilidades y no por títulos?
El título siempre se ha empleado por el reclutador como una condición necesaria y, dependiendo del candidato (y sus vínculos sociales), incluso suficiente para conseguir un puesto de trabajo.
¿Alguno de vosotros cree que quién ha sido reclutado para un puesto determinado por ser quien es y no pos sus habilidades está capacitado y quiere cambiar esta política de reclutamiento por la de contratar a los que posean más habilidades? La respuesta es obvia.
Contratar por habilidades alguien que no a sido reclutado así, ve en el candidato talentoso un enemigo en potencia y un peligro real para su estatus. Es preferible perdurar y mantener el sistema de reclutamiento de ‘titulitis’ porque así se puede crear un organigrama a su medida, con amigos de confianza y que, a fin de cuentas son esclavos de quien los contrata de forma perpetua ya que ellos son los que los han contratado.
Y el ejemplo más claro de ello es el organigrama político de este país y su red de contratados que ha generado en 35 años de existencia. Se han contratado empleados por ser hijos de…, primos de…., amigos de….. , y lo pero es que se han colocado en puestos públicos que nos cuestan dinero. Su negligencia o falta de habilidades nos ha conducido a la situación actual.
Pero a fin de cuentas, son la clase que manda en todas las esferas de la sociedad y tener seguro que no están dispuestos a ceder ese poder al hijo de un agricultor (con todos mis respetos) que haya demostrado sus habilidades y talento para un puesto si pueden escoger a un primo o a un amigo que, sin ser talentoso, si que puede ser un esclavo manejable.
Para poder en España conseguir que la propuesta de Bill Gates funciones, es necesario la regeneración total de nuestra sociedad y eso es algo que ni es rápido ni cuenta con una voluntad clara de ello. Ejemplo claro es ver como los investigadores talentosos españoles se van fuera mientras que los mediocres afiliados a un determinado partido se quedan en España con cargos de confianza y cobrando del dinero de todos los ciudadanos.
Hoy por hoy, la propuesta de Bille Gates, que sería lo deseable, en España es una utopía.