Estamos que lo tiramos, oíga. Las redes sociales han desempeñado el papel que a mi juicio tienen que desarrollar: por su rapidez, inmediatez y fácil acceso al gran público han narrado un hecho, un suceso fortuito que podría haberse producido en cualquier otro punto de España. Pero ha ocurrido aquí, en Torre del Mar, e, incluso las webs de los medios tradicionales han ido a remolque de lo que se hablaba en Facebook en un primer momento.
Y de Facebook, el salto a Twitter porque se ve que los becarios de las webs de los diarios tradicionales están “aliquindoi”* desde sus mesitas en el último rincón de las redacciones, con suerte, y con cuatro datos y escasos caracteres, la red social del pajarito se llenó de enlaces de noticias que, poco a poco, se fueron completando.
A mi me maravillan dos cosas del asunto. La primera que el municipio haya tenido dos trending topics: Vélez-Málaga (con guión, ojo) y Torre del Mar; quedándose posteriormente el tema del momento en Torre del Mar, núcleo donde se ubicaba el lugar de los hechos. De esta manera, los dos núcleos enfrentados por el eterno deseo de independencia del segundo han tenido sus tuits de gloria en el mundo virtual.
Y lo segundo que me llama la atención, es, sin duda, la facilidad con la que las redes sociales hacen que la información, el hecho del momento, llegue al periodista. En mi recuerdo siempre estará el tener informadores y contactos en todos los estamentos, mi teléfono repartido a personas de toda índole, carácter y profesión y, por supuesto, ser fuente para otros compañeros. Esto último era lo que enaltecía el ego. Actualmente, son los ‘likes’ o los retuit
¿Aún hay gente que se matricula en periodismo?
*Palabra típica malagueña que parece tener su origen en el devenir lingüístico que los malagueños dieron a la expresión Look and do it