El esfuerzo de la Cruz Roja coreana de restablecer el encuentro de familias separadas, después de varios años sin poder hacerlo por el evidente conflicto entre las dos Coreas, se ha ido al traste por culpa de la cancelación "parcial" repentina del régimen norcoreano. Días después de anunciar que no pondrían condiciones algunas para negociar sobre la posible solución por el colapso que existe en el interior de Corea del Norte. La ilusión de miles de familiares solicitantes es ahora ya papel mojado. Algunos esperaban aquel día contando los dedos o tachando los números de los días pasados en el calendario.
Aunque ellos alegan su anulación de dicho plan por diversos motivos, todos por no seguir "adecuadamente" sus pretensiones y por su enfado del arresto del diputado Lee Seok Ki acusado de conspirar contra el gobierno de Corea del Sur y actualmente encarcelado. Se podían oír perfectamente en los informativos norcoreanos que ellos no pueden ver como los del sur siguen aliados con Estados Unidos. El mismo discurso. Lo triste es que el anhelo de miles de personas, todos convertidos en ancianos que veían esto como la última oportunidad, se convirtió en un dolor de no poder más a los familiares que viven en el norte.
La crítica ante la decisión del régimen es unánime entre los diputados de la Asamblea de Corea del Sur. Jugar con los sentimientos de la gente es lo más infame que un humano puede hacer. Aunque no espero de ellos una rectificación por su historial nefasto de su descuidada jugada política, al menos que pidan perdón por los familiares. Quizá es lo menos que ellos pueden hacer.