Revista Arquitectura

Estanterías metálicas: en qué debes fijarte

Por Luissantalla

¿Hay que pensar en el CTE para colocar una estantería?

¡Céntrate!

Piensa en una estantería. Probablemente se te venga a la cabeza una imagen de sencillez estructural y pesadez de contenido, donde llegamos muchas veces doblada, oxidada, y hasta podríamos decir cutre. A la hora de decidirnos por  baldas metálicas podemos caer en sistemas parecidos, pero estruturalmente opuestos. Ojo a los detalles, y luego hablamos de cómo cumplir la norma, y básicamente el sentido común.

Hablemos de grandes cantidades…

En los almacenes generalmente se encuentran hasta cuatro zonas diferenciadas por la forma de almacenaje:

  • zona de almacenaje compacto
  • zona de rotación media
  • zona pura de “picking”
  • zona de almacenaje en bloque

Según recomienda la gente que hace los “layout” de los almacenes se deben de cubrir estas necesidades:

  • El mejor aprovechamiento del espacio
  • La reducción al mínimo de la manipulación de las mercancías
  • La facilidad de acceso al producto almacenado
  • El máximo índice de rotación posible
  • La flexibilidad máxima para la colocación del producto
  • La facilidad de control de las cantidades almacenadas

Para ello el elemento modular repetitivo hasta el infinito debe de poder resistir las solicitaciones para las que se instala. Principalmente se debe de diferenciar las distintas variedades de productos y sus tipologías.

Estanterías metálicas: en qué debes fijarte

Ahora bien, que además de la propia resistencia mecánica de la estructura que conforma la estantería que puede producir deformaciones o colapsos,  la estantería debe de resistir a otros factores ambientales que pueden sufrirse en un almacén o en una vivienda.

  • Humedad excesiva
  • Incendio
  • Uso indebido

Cuando hablamos de humedad excesiva, debemos de tener en cuenta que los productos que van a estar en la estantería, además de la propia estantería van a estar condicionados a la aparición de oxidaciones, que van a provocar la reducción progresiva de la resistencia del sistema, tanto en las superficies de chapa como en pies y soldaduras en general.

Para ello, una de las opciones es utilizar estructuras de aluminio, que aunque son más caras, van a ofrecer una mejor durabilidad frente a este aspecto. Si la carga va a ser importante, deben de ser correctamente dimensionadas o garantizadas para el peso estimado.

En una situación excepcional, como puede ser un incendio, tanto los contenidos como los contenedores van a sufrir. Es habitual en pinturas que se utilicen productos inflamables, que producen gotas y la fácil propagación del fuego. Hay que darse cuenta de que la carga de fuego que existe en un local como un almacén sube de una manera muy importante con el apilamiento de productos de forma descontrolada, para lo cual el almacén debe de compartimentarse adecuadamente a la carga de fuego que se prevé.

Otro factor que comentaba arriba es el uso indebido. Ya sea por un niño que gatea o por una forma incorrecta de cargar la estantería, podemos provocar desplomes y vuelcos peligrosos.

Por lo tanto, muy importante no dejar de lado la seguridad estructural, pero tampoco la seguridad en caso de incendio y la seguridad de utilización. Las estanterías convencionales o estáticas son un sistema versátil, pero su comportamiento frente a todos estos factores queda en entredicho.


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