Estas son las consecuencias de guardar la billetera en el bolsillo trasero del pantalón

Publicado el 16 enero 2018 por Laregaderaweb @RegaderaWeb

Fue bautizado así porque es un síndrome exclusivamente masculino que comparten una característica curiosa: sienten dolor en el mismo lado en el que guardan su billetera.

Cerca del 70% de los hombres adultos llevan una billetera cargada de dinero, tarjetas de crédito, tarjetas personales, documentaciones, recordatorios, recibos, fotos.

Muchos adoptaron la costumbre de llevarla en el bolsillo trasero y no advierten que al sentarse queda elevada una parte de la cadera creando un desnivel en la espalda y el cuello.

"El aumento de presión en la zona provoca el pinzamiento o la compresión del nervio ciático, causando dolor que se irradia a lo largo de la pierna, adormecimiento e incluso alteraciones de la marcha. A esto con se refiere 'el síndrome de la billetera'. Pasar varias horas sentados con un glúteo más alto que el otro, genera un acostumbramiento para un lado del hueso cilíaco y por supuesto, termina impactando en la columna, haciendo que se doble un poco para mantener la postura, provocando así una curvatura totalmente perjudicial para la columna", señaló a Infobae Marcelo Barroso Griffiths, quiropráctico registrado en la Asociación Quiropráctica Argentina.

El profesional explicó que el hecho de permanecer sentados durante mucho con la billetera en el bolsillo ejerce una demanda mecánica crónica a las vértebras, discos, ligamentos y músculos de la zona lumbar, donde se encuentra el piriforme que pasa sobre el nervio ciático.

El malestar puede traducirse en un hormigueo, el adormecimiento de la pierna y en un dolor que baja por la parte posterior de la pierna conectando la cola baja con el pie. "El atrapamiento del nervio ciático puede producir un déficit funcional severo debido a que inerva la mayoría de músculos de la parte inferior del cuerpo.

La flexión de cadera puede quedar limitada, por lo tanto la pierna no podrá realizar muchos movimientos. Y también puede producir un déficit funcional del pie", detalló Barroso Griffiths.

Cuando la lesión ya se produjo, existen algunas opciones para tratar el malestar. El estiramiento de la musculatura glútea y de los miembros inferiores es la primera y más rápida alternativa. En caso de persistir la dolencia, se debe tratar la zona para reducir la inflamación así deshacer la contractura defensiva.

Ante una lesión crónica, el quiropráctico aconsejó un tratamiento de largo plazos: "Lo sería ideal crear una rutina de estiramientos acompañada de ejercicios de estabilización abdominal que ayudarán a corregir la alineación de la columna y a disminuir la presión en la zona del piramidal".

El especialista concluyó su exposición con una reflexión sobre las molestias en el cuerpo: "Cuando padecemos un dolor debemos entender que no llegamos al mismo de la noche a la mañana, sino fruto del descuido y del haber adquirido malos hábitos a lo largo de la vida que indefectiblemente modificarán nuestra estructura".