Hoy ha vuelto a ser viernes negro. Otra vez récord de la prima de riesgo, ahora a 610, y de bajada de la bolsa, un seis por ciento. Y todo eso después de la que nos han clavado, después de las medidas aprobadas en el congreso: los recortes de la vergüenza.
Todo lo que se ha dicho es poco. Este gobierno es una vergüenza. Y lo es, no sólo por las medidas, también por lo forma en que se están tomando. Formas autoritarias, falsas e ilegítimas.
No se puede entender que sin haber sido debatido en el parlamento español el rescate bancario, que cuesta 100.000 euros, nos tengamos que enterar de las condiciones leoninas y aberrantes por los congresos de Alemania, Finlandia u Holanda.
Este gobierno esta vencido, no es posible continuar; si de verdad tuvieran sentido de Estado dimitirían, pero estos abrazafarolas no lo van a hacer, defenderán hasta el final sus medidas inútiles, las medidas que les pide la Troika, mientras los ciudadanos más débiles seguirán sufriendo el peso de los recortes.
No es posible gobernar haciendo todo lo contrario de lo que se ha dicho o de lo que está escrito en el programa electoral. Y eso es lo que está haciendo este gobierno pepero. Además miente cuando dice que no se pueden tomar otras medidas para reducir el déficit.
Un programa electoral es un contrato que un partido firma con su electorado. Por lo tanto, si se gana con un determinado programa hay que cumplirlo o actuar con las menores desviaciones posibles. No es legítimo que se haga lo contrario de lo que está recogido en él, puesto que eso significa un fraude.
Y fraude es decir que no se abarataría el despido y después abaratarlo. O decir que no se iban a subir impuesto y luego subir el IRPF y el IVA. O defender que no se bajarían las prestaciones por desempleo, y luego bajarlas sensiblemente. O afirmar que no se iba a bajar el sueldo a los funcionarios, y bajárselo considerablemente. O…
Es un fraude mentir constantemente y tomar decisiones contrarias a las que decía el programa electoral. Porque la pregunta es sencilla. ¿Qué votos hubiera obtenido el Partido Popular si hubiera dicho la verdad y hubiera acudido a las elecciones con un programa acorde con las medidas que está tomando?
Por lo tanto, es racional y absolutamente necesario una ofensiva contra este gobierno. Un gobierno a la deriva, incapaz de gobernar con un mínimo de eficacia y siempre cargando contra los más débiles. Hay que pedir que se vaya, que dimita y que se convoquen elecciones generales. Su actuación fraudulenta no puede ser mantenida por más tiempo ya ha consumido, de sobra, la posible confianza que tenía en siete meses.
O unas elecciones generales o un referéndum en el que los ciudadanos se manifiesten sobre estas medidas salvajes. No pueden seguir haciendo más daño a este país. Estos patriotas de cartón-piedra tienen que irse o someter las medidas al pueblo soberano. No se puede mantener el poder con una mayoría absoluta ganada con un programa que en nada se parece a lo que está ocurriendo.
Ayer hubo manifestaciones en toda España y el éxito, por mucho que el gobierno y los medios de la caterva mediática le quiten importancia, ha sido indiscutible. Y esta indignación irá a más. La calle está ardiendo y este gobierno parece no enterarse de nada, salvo de mandar a los antidisturbios para que actúen de forma dura.
Este país no puede dejar que el capitán Schettino-Rajoy mire a otro lado y siga teniendo nuevas ocurrencias contra los débiles, para luego, cuando nos hundamos, salvarse el primero. Hay que plantarle cara. O se van y convocan elecciones, o tienen que hacer un referéndum para que los ciudadanos se manifiesten sobre las medidas que han adoptado.
Además de unos farsantes y mentirosos, además de unos cobardes y unos bufones –capaces de reírse como hienas, aplaudir cuando se toman medidas contra los débiles y alegrarse profiriendo exabruptos contra los parados—, son de una inutilidad supina. Hacen lo que les dicen ‘sus amos’ y sin embargo la crisis va a peor y sin rechistar acatan lo que les venga.
La solución es plantarse ante Alemania y la Troika. Si quieren que les paguemos hemos de poner condiciones y no seguir bajando la cabeza como perrillos falderos para que ellos se sigan financiando prácticamente sin intereses, mientras nosotros pagamos mucho más que nunca. Y eso, este gobierno cobarde no lo hará nunca. Se seguirá rindiendo ante los Mercados. Y hay que sacar pecho y decirles que si nos hundimos ellos también sufrirán las consecuencias. Ni un paso atrás. Y si hay que salir del euro, que nos echen, pero no se puede perder más tiempo con esta gentuza.
Aunque la cosa cada día está más clara. Los poderosos se llevan el dinero fuera –ya me gustaría saber donde tienen el dinero estos muchachos del PP—, y los débiles estamos con los recortes impuestos haciendo cada vez más pobre a este país y más rico a los países de norte que se financian sin problemas.
Así es que, hay que decirles a este gobierno servil que se vaya, que no puede seguir, que ha agotado sus opciones. No queda otra actitud, ante el fraude de este gobierno hay que defenderse, salir a la calle, y hacer que se vayan.
Salud y República