Esta semana nos conduce Mª José en su blog: LUGAR DE ENCUENTRO y nos invita a imaginar cómo puede ser el color de lo que no decimos, de lo que guardamos en nuestro interior...
Aquí está mi relato. Si queréis ver más solo tenéis que pinchar en el enlace.
LA CORBATA
No puedo decir que no supiera a lo que me arriesgaba. Desde que llegué a Colombia y me infiltré en la organización supe que mi vida tenía fecha de caducidad. Más tarde o más temprano alguien se daría cuenta, ataría cabos, sospecharía algo, yo mismo cometería algún error. En aquel tiempo el color de mi silencio era negro, negro como la garra que cada noche oprimía mi corazón hasta casi hacerme morir de angustia por el temor a ser descubierto, a sufrir la horrible muerte reservada para los que ellos consideran traidores. Ahora, que ha llegado ese momento tan temido, que han conseguido quebrar ese silencio, su color es rojo, rojo como la sangre que sale a borbotones sobre el cuello de mi camisa blanca, rojo como la lengua que asoma por la herida abierta de mi garganta, rojo como…