Revista Cultura y Ocio

Este jueves..........sírvase usted mismo (apuntes de un delirante)

Publicado el 03 diciembre 2015 por Charo
ESTE JUEVES..........SÍRVASE USTED MISMO (APUNTES DE UN DELIRANTE)
Este jueves nos convoca Mónica en su blog Neogéminis  y nos daba varios temas para elegir:
   -ENTRE BAMBALINAS
   -APUNTES DE UN DELIRANTE
   -ENCUENTROS CERCANOS DE ALGÚN TIPO
   -LO SÉ, PERO ME LAS INGENIO PARA NEGARLO
   -LA VERBORRÁGICA INCONTINENCIA DE LOS NECIOS
Yo he escogido "Apuntes de un delirante". Podéis leer todos los relatos pinchando en en enlace.
   Desde aquel día en que fuimos a buscar setas, supe  que dentro de mi marido había otra persona, bueno, persona o cosa, pero algo. Por fuera todo parecía estar igual, sin embargo, había algo en su interior que me decía cosas cuando él estaba dormido. Al principio lo único que hacía era susurrar mi nombre muy bajito: Marisa, Marisa….    El primer día que lo escuché me llevé un susto de muerte pues la voz parecía venir de ultratumba. Mi marido  tenía la voz muy fina, casi como la de una mujer, por eso supe que la voz que salía de su estómago no era la suya, porque era demasiado ronca. Después, una vez pasada la extrañeza normal en un caso así, empezamos a hacer amistad y todas las noches el misterioso personaje que habitaba dentro de mi marido, me contaba con pelos y señales todo lo que hacía durante el día. Así fue como me enteré de que Pepe, que así se llamaba mi marido, me engañaba con la farmacéutica del pueblo. A mí me importaba un bledo que Pepe me engañara con otra, pero precisamente con la farmacéutica que sabe que yo no la trago…Pero yo no hice lo que hice por que me engañara Pepe, sino porque me enamoré perdidamente de la voz que habitaba en sus entrañas.
    Se llamaba Uriel y era un príncipe encantado  que se había enamorado de mí el día de las setas pero como no podía dejarse ver por ningún humano, se había introducido en forma de niebla por la nariz de Pepe, para así poder estar a mi lado y conocerme. El conjuro que le había hecho la bruja se podía romper si una mujer hacía un gran acto de amor por él, y qué mayor acto de amor que quitar una vida para que nazca otra, pensé yo. Así que aquella noche me decidí y con un gran cuchillo le abrí el vientre a mi marido para que saliera Uriel. Sin duda la bruja se enteró de mis intenciones y celosa de nuestro amor condenó a Uriel a desaparecer, porque por más que busqué y busqué entre los entresijos de mi marido, no encontré ningún príncipe enamorado.
ESTE JUEVES..........SÍRVASE USTED MISMO (APUNTES DE UN DELIRANTE)¡Gracias Mónica!

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