No es la primera vez que los manifestantes gritan contra el PP, al que tratan de “mafioso”. A finales del pasado mes abril, centenares de personas protestaron frente a Génova por la corrupción del PP. Fue después de que la Operación Lezo hubiera destapado un gran entramado de corrupción en la Comunidad de Madrid. Varios centenares de personas se concentraron el martes, 25 de abril, frente a la sede nacional del PP, en la calle Génova de Madrid, para protestar con una sonora cacerolada tras los nuevos casos de corrupción que salpicaban al partido. Arreciaron los gritos “No es un partido, es una mafia” o “Liberalizad el Partido Popular”. El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, afirmó que la manifestación le parecía “muy oportuna dada la ciénaga de corrupción” en la que se hunde el PP. Varios diputados, diputados autonómicos y miembros y concejales de Ahora Madrid se unieron a la misma. Pancartas como “Tu sobre, mi recorte o Tu botín, mi crisis” reflejaron el descontento de los ciudadanos volviendo a las puertas de Génova. Este lunes, 24 de abril, la ya exportavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, presentaba su dimisión 48 horas después de que se decretara la prisión incondicional para quien fuera su sucesor al cargo de la Presidencia de la Comunidad de Madrid y hombre de la máxima confianza, Ignacio González. Y, en 2013, cuando estalló el caso Bárcenas y se destaparon los supuestos sobresueldos en su cúpula, tuvo lugar una concentración similar, aunque en aquella ocasión Cristina Cifuentes, entonces delegada del Gobierno, impidió a los manifestantes llegar a la sede del PP.
Y mientras el PP pierde paulatinamente fuerzas y avanza en su descomposición, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lejos de aclarar la situación mafiosa de su partido, propone normas como la supresión de la autorización para viajar a España y retirar los visados a las personas vinculadas con el régimen de Nicolás Maduro. En declaraciones a los periodistas, Rajoy explica que el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, habría comunicado esta medida a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, como represalia por la celebración de elecciones a la Asamblea Constituyente en el país latinoamericano, así como por el encarcelamiento de líderes opositores. “Acabo de hablar ahora con el ministro de Asuntos Exteriores porque lógicamente este es un tema que nos preocupa a todos como demócratas, pero nos preocupa especialmente a los españoles por lo que para nosotros significa Venezuela”. Rajoy explica que el mismo domingo dio instrucciones para “que se sacara un comunicado diciendo que España no iba a reconocer de ninguna de las maneras la Asamblea Constituyente esa por ilegal, antidemocrática y chapucera”. Añade que se han producido dos conversaciones distintas: la ya citada con la Unión Europea y Mogherini y otra con el ministro de Asuntos Exteriores de Perú, encargado de convocar la próxima semana a todos los ministros de exteriores latinoamericanos “para ver las medidas que se van a tomar contra el Gobierno venezolano”. Rajoy no deja pasar la oportunidad de lanzar un mensaje a todos los venezolanos, diciéndoles que “el mundo está con ellos”, así como Unión Europea y España también “por supuesto. No les vamos a dejar solos de ninguna manera. El siglo XXI no está para que haya gente que vuelva a la tiranía de épocas pasadas”. El Ministerio de Asuntos Exteriores actualiza sus recomendaciones de viaje y aconseja no viajar a Venezuela salvo por razones “de extrema necesidad”, debido a las manifestaciones y enfrentamientos diarios que se suceden en la capital y en el resto del país. El departamento que dirige Alfonso Dastis advierte también de la necesidad de mantenerse “puntualmente informado” sobre el desarrollo de los acontecimientos y de evitar las aglomeraciones. Asimismo, recomienda que quienes viajen allí preparen su estancia con antelación, informen a familiares y amigos del itinerario de su viaje y extremen “al máximo” las precauciones, puesto que la inseguridad en el país es en estos momentos “muy elevada, tanto en las zonas de interior como, sobre todo, en las grandes ciudades”.
El diario ABC del lunes pasado titulaba, en su portada: “Maduro encubre con violencia y represión el fracaso de su constituyente”, ilustrando la supuesta violencia con una fotografía de una explosión durante un atentado perpetrado por la oposición fascista. En Antena 3, durante un programa especial, clamó en favor del golpe de Estado, y tertulianos como Carlos Baute fueron calificados de “héroes y libertadores”. En Telecinco, se emitió un programa especial sobre Venezuela, en el que se acusó al gobierno legítimo de Nicolás Maduro de “narcogobierno” y se culpó del desabastecimiento en el país a la administración venezolana, olvidando que es la gran burguesía del país (que, según el presentador del programa, no existe) la que lleva años escondiendo miles de toneladas de productos básicos, para acusar al gobierno de desabastecimiento. El medio de Pedro J. Ramírez, El Español, publicó un artículo, llamando al proceso democrático venezolano: “La Constituyente sangrienta”. Y El País, diario golpista por excelencia, publicaba, en el mismo artículo que José Félix Pineda: “un candidato chavista a la Constituyente, en Ciudad Bolívar. Fue asesinado a tiros, y la violencia la ha ejercido el Gobierno venezolano.
Este lunes, 31 de julio, las portadas de los grandes diarios españoles se hacen eco de los altercados vividos en las calles de Venezuela alrededor de la votación de la Asamblea Constituyente, promovida por el Gobierno de Nicolás Maduro. Los cabeceras llevan a primera página una llamativa fotografía, que pertenece a una explosión contra la policía venezolana, presuntamente provocada por manifestantes de la oposición, y en la que siete agentes fueron heridos. En un vídeo, se aprecia lo que sucede en las calles de Caracas al paso de la caravana policial. Sin embargo, la lectura de titulares en la mayoría de los periódicos sugiere más bien que la violencia y la explosión son obra del Gobierno de Maduro. El diario ABC lleva esta fotografía a tamaño completo. El Mundo parte su portada en dos imágenes. A la izquierda, las revueltas que se sucedían en las calles de Caracas al paso de la policía; a la derecha, el presidente venezolano, votando en una urna. El titular unía las dos imágenes en una: “Maduro perpetra su golpe”. La Razón utiliza la misma imagen y titulaba “Baño de sangre en el Madurazo”, refiriéndose una vez más a los muertos con los que se saldaron las protestas. Se anota, en el pie de foto, que se trata de una “fuerte explosión en los enfrentamientos entre la Policía bolivariana y los opositores en Caracas”. Las cabeceras de medios autonómicos como La Voz de Galicia, El Heraldo de Aragón o el Norte de Castilla también abren con la misma fotografía y titulares que señalan al Gobierno venezolano como responsable de la violencia. El País, en un subtítulo de portada, asegura que “el plan para imponer una nueva Asamblea que sustituya al Parlamento provoca al menos nueve muertos”.
Cuando los medios de comunicación hablan de Venezuela y de los líderes opositores encarcelados por el presidente Nicolás Maduro, ‘se vende’ una historia en la que estos opositores son poco menos que héroes defensores de la democracia y la libertad, que se enfrentan al malvado y perverso régimen chavista. Esta es la única versión de la historia que interesa contar, pero existe otra cara que parece que nadie quiere ver. Leopoldo López, Antonio Ledezma, María Corina Machado, Henrique Capriles, o Daniel Ceballos, entre otros, han sido condenados por supuestamente instigar al odio y conspirar contra el Gobierno. José Antonio Illanes escribe en su web del 1 de agosto: “¿Qué pasaría en España si después de lanzar bombas a la Policía Nacional, quemar 23 personas vivas en la vía pública, bombardear edificios del Gobierno desde un helicóptero robado, destruir hospitales, colegios y almacenes de alimentos y llamar a una proclamación militar, 50.000 manifestantes pacíficos, como los de la foto, paralizaran Madrid y rodearan el Congreso durante una jornada electoral? En un país donde vas al trullo por contar chistes malos o ser titiritero, cuesta imaginar una respuesta”.
La Responsable de Relaciones Internacionales de IU, Marina Albiol, felicita en nombre de Izquierda Unida a la población venezolana por haber respondido con democracia frente a la violencia, al golpismo y a la campaña de miedo protagonizada por las fuerzas opositoras reaccionarias, alentadas y apoyadas por EEUU y la UE, en un ejercicio permanente de injerencia e intervencionismo. “Valoramos positivamente –añade Albiol – que más de ocho millones de venezolanos y venezolanas acudieran a las urnas. Todo un éxito, teniendo en cuenta la violencia terrorista, la campaña del miedo y el boicot de las fuerzas opositoras que costó la vida a 13 personas sólo en la jornada del domingo”. La portavoz de IU en el Parlamento Europeo afirma que espera “una condena inequívoca” por parte del Gobierno de Rajoy y de la UE de los “atentados terroristas perpetrados”, como el perpetrado con explosivos contra miembros de la policía mientras trabajaban para garantizar el derecho a voto. A estos mismos actores les pide “respeto y no injerencia” frente al proceso democrático que se inició con la votación, que cuenta “con una clara legitimidad democrática, con las garantías necesarias y con el respaldo legal de los artículos de la actual Constitución venezolana. En ese sentido, Albiol considera que el Gobierno de Rajoy y la UE “deben rectificar de inmediato” el papel que han mantenido hasta ahora. “No respetar los resultados de las últimas elecciones y no reconocer la nueva Asamblea Nacional Constituyente es seguir alentando el golpe desde la injerencia e incrementar la tensión y la violencia”. Albiol considera que, en vez de posicionarnos en la comunidad internacional junto a gobiernos nacidos de golpes de Estado, como los gobiernos de Brasil o Paraguay, o que están a la cabeza en la violación de los derechos humanos, como Colombia o México, “tienen que rectificar, situarse del lado de la democracia, acabando con el seguidismo ciego a EEUU y el apoyo a las fuerzas golpistas y violentas de Venezuela”…“Esperemos que el gobierno de Rajoy no repita lo sucedido en 2002, cuando el golpe de Estado que se perpetró contra Chávez contó con la participación y la complicidad absoluta del Gobierno de Aznar. Frente al golpismo y la injerencia, reafirmamos nuestra defensa del derecho internacional, rechazamos las amenazas y las posibles sanciones y seguiremos trabajando para que se respete la soberanía de los pueblos y los procesos democráticos”, concluye Marina Albiol.
“Nicolás Maduro no es un dictador –insiste Carlos Hernández–, pero los pasos que está dando nos hacen pensar que puede acabar siéndolo muy pronto. Digan lo que digan sus detractores, es un presidente democrático puesto que fue elegido en unas elecciones libres que fueron avaladas por la mayor parte de los observadores internacionales (entre ellos había políticos españoles, incluidos miembros del PP). Es también cierto que, desde el principio, tuvo que lidiar con una oposición y una comunidad internacional que trataron de deslegitimarle y de desestabilizarle. Sin embargo la pérdida de buena parte del apoyo popular que ha ido sufriendo, obedece al dramático deterioro de la economía, fruto del bajo precio del petróleo y también de su nefasta gestión financiera. Fue por ello, principalmente, por lo que Maduro perdió estrepitosamente las elecciones de 2015 que permitieron a la oposición controlar la Asamblea Nacional con una apabullante mayoría. Desde entonces lo que ha habido en Venezuela es un choque de trenes entre dos legitimidades paralelas: Presidencia frente a Parlamento. No seré yo el que diga quién ha retorcido más la ley para intentar restar poder al contrario. Dejémoslo en que ambos lo han hecho de forma torticera. No obstante, es un hecho que las últimas elecciones, celebradas con garantías, las ganó holgadamente la oposición y ello le confiere una legitimidad que no tiene un Maduro hundido también en las encuestas. Venezuela debe encontrar una salida del angosto callejón en el que se encuentra. Para buscarla se puede optar, como hace su Presidente, por encarcelar opositores, reprimir violentamente a los manifestantes, amenazar a fiscales, jueces y periodistas y, finalmente, hasta disolver el Parlamento; o bien, como hace la oposición, se puede atentar contra policías, sumir el país en el caos, disparar desde un helicóptero contra el Tribunal Supremo y hasta derribar por la fuerza al inquilino del Palacio de Miraflores. Cualquiera de los dos desenlaces sería dramático y, muy probablemente, iría acompañado de un baño de sangre. Hay una tercera vía (yo no encuentro una cuarta) que pasa por dar la voz al pueblo. Unas elecciones con todas las garantías y supervisadas por observadores internacionales se presentan como la única salida incruenta. No es una tarea fácil, pero la comunidad internacional debería ponerse ya manos a la obra. Espero que lo hagan sin dejarse contagiar por el hooliganismo español y consigan que sean las urnas y no las armas las que marquen el futuro de Venezuela”.
Ángeles Díez, doctora en Ciencias Políticas y Sociología y profesora de la Universidad Complutense de Madrid, así como miembro del Foro Contra la Guerra Imperialista y la OTAN, escribió en julio pasado el artículo “La sucia guerra del Gobierno español contra la democracia venezolana”. Entresacamos algunos de sus puntos de vista: “Cualquier persona sensata podría aplicar un sencillo cuestionario que le ayudara a entender que en Venezuela se libra una de las batallas más importantes de una Guerra mundial liderada por EEUU y que el gobierno español no es sino un vasallo servil al servicio de la lógica imperialista. Sin duda, primero tendría que hacer un esfuerzo de desintoxicación informativa para que lo evidente no quedara neutralizado por la propaganda mediática que ingerimos diariamente. Pero, en realidad, bastaría con aplicar a los medios de comunicación masivos los mismos criterios y sospechas que tenemos sobre ellos cuando dan noticias sobre nuestro propio país (…) Si Venezuela es una dictadura ¿cómo es que, desde que Chávez ganó la presidencia (1999), se hayan celebrado más de 20 elecciones, el Centro estadounidense Carter, que actúa como observador en procesos electorales, haya reconocido su sistema electoral como uno de los más limpios y transparentes del mundo, y el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro ocupe un puesto destacado en las principales Comisiones de Naciones Unidas donde se necesita ser elegido por votación? (…) Si la situación en Venezuela es tan insostenible ¿cómo es que su tasa de emigrantes es la más baja de américa latina (0,4% frente al 11,8% de México por ejemplo), la tasa de desempleo esté en el 6% (en España es del 20,9%), que, junto con Cuba Venezuela, sea el país menos desigual del continente (España es el país más desigual de la OCDE), que no haya personas desnutridas (en España, la población en riesgo de pobreza es del 28,3%), que la mortalidad infantil se encuentre por debajo de la media regional y que no haya periodistas asesinados ni desapariciones forzosas? Cuando intentamos responder a estas preguntas la primera conclusión es que los ataques actuales del gobierno español a Venezuela tienen razones distintas a las esgrimidas públicamente y que dichas razones están lejos de cualquier interés por la paz o la mejora de las condiciones de vida del pueblo venezolano”.
“Venezuela –señala Ángeles Díaz– es una pieza clave desde esta perspectiva ya que la propia página oficial de la CIA señalaba, en el año 2015, que Venezuela era el país con más reservas de petróleo comprobadas en el mundo (18 % del total), y por supuesto con grandes reservas de gas, recursos hídricos y minerales raros. Hay otro factor importante que nunca veremos reflejado en ningún análisis y es que también en Venezuela se encuentran hoy en día importantes recursos morales: la defensa de su soberanía e independencia política, la integración regional basada en criterios de cooperación, el apoyo a las causas justas como la Palestina, un proyecto de igualdad y justicia social de carácter socialista… Podríamos decir que después de la resistencia heroica de Cuba, el testigo ha sido tomado por los venezolanos. Todos los datos objetivos señalan que, desde hace tiempo, se ha puesto en marcha la guerra sucia contra Venezuela, que con el presidente estadounidense B. Obama apretó el acelerador y con Donald Trump continúa cumpliendo el plan trazado de la intervención. En abril de este año, el almirante estadounidense jefe del Comando Sur, Kurt Tidd, dijo ante el Comité de Servicios Militares del Senado de Estados Unidos que la situación en Venezuela estaba empeorando y que esto podría desencadenar una ‘crisis humanitaria que requeriría una intervención a nivel regional’. Después, tuvo que aclarar que no estaba hablando de una intervención militar pero no cabe duda de que sus palabras avalan lo que la oposición denomina Hora Cero para Venezuela. La resistencia del pueblo venezolano defendiendo su democracia a pesar de la guerra económica, el no haber conseguido quebrar al ejército bolivariano, los repetidos intentos del gobierno de Nicolás Maduro por abrir cauces de diálogo y su propuesta de Asamblea Constituyente como estrategia para derrotar pacíficamente a la oposición golpista, han acelerado la hoja de ruta de la intervención que responde, con grandes similitudes a la que se dio en Chile previo al golpe de Pinochet… No se trata de una nueva forma de Guerra sucia. Tanto la secuencia de los acontecimientos como el tipo de acciones ya se han aplicado repetidamente en el entorno latinoamericano: golpes de Estado, intervenciones militares, financiación de paramilitares, opositores y contrainsurgencia, guerra sicológica, golpes blandos, intervención humanitaria… El protocolo de aislar, demonizar e intervenir sigue cumpliéndose con distintos niveles de complejidad. La diferencia es que la resistencia del pueblo venezolano está obligando al imperialismo a complejizar y diversificar las formas de intervención”.
“¿Qué mueve al gobierno español a sumarse tan activamente a este plan bélico? –se pregunta Ángeles Díaz–. Basten algunos datos para argumentar que, dado que, en estos momentos, no hay elecciones a la vista, las razones hay que buscarlas en otro lado. Tras la incorporación de España a la OTAN, en 1982, se firmó el Convenio de Cooperación para la defensa (1988), con varias ratificaciones y enmiendas, que desembocaron en el impulso de la Nueva Agenda Trasatlántica (1995), el reforzamiento de las relaciones bilaterales, a partir del 2001, cuando se firmó con la Secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, una Declaración Conjunta que supuso un salto cualitativo en las relaciones bilaterales, profundizándose nuestra dependencia de EEUU no solo a nivel político, sino también en el ámbito de la defensa y la seguridad, en materia de cooperación económica y financiera, científica, industrial, tecnológica y cultural… El propio Ministerio de Asuntos Exteriores afirma en su página web que se trata de un aliado con el que ‘pocos países en el mundo tienen unos vínculos históricos, culturales y lingüísticos tan fuertes y con el que compartimos los mismos valores democráticos e intereses geoestratégicos’. Cualquiera que sepa leer entre líneas verá que la relación entre un país como España, sin recursos naturales significativos, con un endeudamiento exterior que sobrepasa el PIB, con una alta dependencia de recursos energéticos, no puede ser una relación entre iguales sino una relación subordinada y dependiente. Para Estados Unidos acabar con el gobierno venezolano tiene rango de política de Estado, forma parte de la Guerra Mundo que la administración estadounidense explicita como “defender los intereses norteamericanos en cualquier parte del mundo” Un imperio, por muy decadente que sea, o por muy disminuido que esté su poder, no puede hacer otra cosa que extender la guerra para mantener su hegemonía. Por otro lado, el imperialismo no es sino la forma que adopta la expansión capitalista y, en estos momentos, Venezuela constituye uno de sus más importantes obstáculos. La guerra que se libra contra Venezuela es pues una guerra que nos compete a todos ya que es sólo una de las partes más visibles de la Tercera Guerra Mundial que ya está en marcha. En el caso del gobierno y el Estado español su posicionamiento activo y beligerante a favor de la hoja de ruta estadounidense forma parte del servilismo, la incapacidad y subordinación de nuestra clase política. En esta guerra contra el pueblo venezolano y su gobierno no cabe la equidistancia, ni la neutralidad, ni las buenas intenciones. Sólo cabe desenmascarar y denunciar el papel de España, y apoyar los esfuerzos heroicos de un país por defender su independencia y soberanía que, en estos momentos, ha de ser la bandera que nos una a todos contra el imperialismo”.
Estas son las fotomontajes elegidas de esta semana:
España es fútbol, toros y misas…
La mejor escuela del mundo. todos salen colocados y con pingües beneficios.
Multa por usar el cinturón.
Tremendig Topic. La avioneta de Hazte Oír.
No veíamos a un facha volar tan alto desde el 20 de diciembre de 1973.
El PP cambia de lugar.
El humor, en la prensa de esta semana: Ángel González Calvo, El Roto, Forges, Peridis, Manel F. Pat…
Pep Roig y sus dibujos: Angel Nieto, Saturación turística, Impuesto turístico, No molestar…No hay caminos, sino estelas sobre la mar…
Rajoy testificó en el juicio de Gürtel AGENCIA EFE
Publicado el 29 jul. 2017 Concentración, ante la sede del PP en Genova, el sábado, 29 de julio, exigiendo la ilegalización del PP, por ser el partido de la mafia. Concentración - Ilegalizar al Partido Popular -El partido de la Mafia 28-07-2017 carlmelchor