Ayer pudimos ver a otro Sevilla muy diferente al que vimos en la primera jornada contra el Valencia. Se pudo ver un Sevilla peleón, con posesión de pelota, sabiendo manejar los tiempos del partido, sobre todo en el último tramo cuando más empujaban los periquitos. Pero sobre todo vimos llegada arriba, ocasiones, peligro y goles.
Volvió a marcar Bacca para no perder el tren al que se subió la temporada pasada y pudo marcar alguno más el colombiano o haber pecado de conformista y cedérselo a algún compañero en otra ocasión en la que quiso culminar jugada después de un larga galopada y casi sin oxígeno.
Marcó, igualmente, Iborra. Buen partido el suyo, tanto en destrucción en medio campo como en salida de balón y llegada arriba en jugadas de estrategia, por algo se interesó por él Guardiola para su Bayern.
¿Y su compañero de centrocampo?....Krychowiack, como ha cogido el sitio el polaco, se ha asentado y se ha convertido de la misma manera en intocable en los once de Emery.
La defensa en general muy bien, casi perfecta, tanto en bandas como los centrales.
Sigue Denis Suárez a lo suyo, a pelear los balones, a buscarlos todos y a querer organizar con un desparpajo inusual para los veinte años que calza. Muy bien el gallego, como muy bien también Deuloufeu el tiempo del que gozó, siempre sensación de peligro.
Por lo tanto, vi ayer al Sevilla muy bien y muy a lo que queremos que sea, un equipo peleón, que no de balón por perdido pero a la vez bien asentado y creando ocasiones de gol.
Nos vamos de parón con victoria, para preparar el próximos partido con más tranquilidad.