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Esther Glickstein Rose, la secretaria que puso nombre al Big Mac

Por Anécdotas De Secretarias Erika Martin @erikassistant

Esther Glickstein Rose, la secretaria que puso nombre al Big Mac

Esther Glickstein Rose la secretaria que puso nombre al big mac

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¿Sabías que Esther Glickstein Rose, una secretaria de McDonald’s, fue la que le puso nombre al Big Mac en 1968?

¿Sabías que las grandes mentes brillantes de McDonald’s se rieron de la sugerencia y descartaron el nombre dos veces?

Big Mac es el tercer nombre de marca más exitoso, por detrás de Coca-Cola y Kleenex. Sin embargo, McDonald’s tardó varias décadas en reconocer que, la idea de llamar “Big Mac” a la icónica hamburguesa, se le ocurrió a una secretaria del departamento de publicidad.

Esther Glickstein Rose

Apenas hay información sobre la niñez y juventud de Esther Glickstein Rose.

Sus padres fueron de los pocos miembros de su familia que sobrevivieron al Holocausto. Llegaron a Estados Unidos en 1948.

En 1955, cuando Esther tenía ocho años, su madre murió de cáncer. En 1964 se graduó en la escuela secundaria Von Steuben.

Esther Glickstein Rose, la secretaria que puso nombre al Big Mac

En 1964, con 17 años y 10 dólares en el bolsillo, se presentó a una entrevista de trabajo para el puesto de secretaria del departamento de publicidad, en la sede corporativa deMcDonald’s, que estaba en LaSalle Street, Oak Brook, Illinois.

Según ha contado ella misma, iba mal vestida. Además ese día además llovió y llegó empapada la entrevista. A pesar de eso, la contrataron al momento. «Supongo que sintieron lástima por mí y por mi apariencia» dijo Esther en una entrevista.

El nacimiento de los restaurantes de comida rápida

Los años ’50 – ’60 fueron la época en la que nacieron los restaurantes de comida rápida y empezaron a expandirse por Estados Unidos. Por supuesto, también comenzaron las rivalidades entre McDonald’s y Burger King.

Esther Glickstein Rose, la secretaria que puso nombre al Big Mac

Para esta expansión, el dueño y fundador de McDonald’s pidió a sus franquiciados que crearan una hamburguesa excepcional. En 1967, a Jim Delligatti de Pensilvania se le ocurrió utilizar dos hamburguesas, una salsa especial, lechuga, queso, cebolla y pan.

Ahora era el turno de que las grandes mentes brillantes de la empresa encontraran el nombre perfecto para la hamburguesa. Por eso, empezaron a convocar reuniones brainstorming, a ver si a algún directivo se le ocurría un nombre fácil de pronunciar, recordar y que además identificara a la hamburguesa y a la marca.

En este momento, Esther tenía 21 años y estaba en el departamento de publicidad.

De Blue Ribbon Burger a Big Mac

Un día el jefe de desarrollo de productos, cuando iba camino a un Board Meeting, se paró en la mesa de Esther, le comentó que la empresa iba a llamar Blue Ribbon Burguer a la hamburguesa. Le pidió que escribiera 10 razones para no llamarla así y 10 nombres alternativos.

Esther escribió sin dudar las 10 razones para descartar el nombre de Blue Ribbon Burger y solo escribió Big Mac como nombre alternativo.

El jefe rechazó el nombre propuesto por Esther. Según él, no querían nada que empezara por Mac porque ya tenían la McDouble Cheeseburger.

Ella se rio y respondió: «¡Qué tontería!. Debería llevar Mac porque simboliza a McDonald’s»

La junta directiva eligió el nombre de Blue Ribbon Burger. La hamburguesa triunfaba, pero el nombre no le gustaba a los clientes.

Unos meses después, el jefe volvió a preguntar a Esther y ella le contestó: “Ya le he dicho lo mejor que se me ha pasado por la cabeza, Big Mac, ¡eso es todo!”

McDonald’s cambió el nombre a Aristocrat. A Esther le pareció un nombre absurdo e insistió en Big Mac. Toda la junta se rió de su sugerencia de nuevo.

Aristocrat tampoco gustó a los clientes. Les costaba pronunciarlo y además no entendían el concepto de una hamburguesa de lujo (doble de carne y tamaño) que la diferenciaba de la de Burger King.

Ante este segundo fracaso, la junta directiva decidió, en 1968, comercializar la hamburguesa a nivel nacional llamándola Big Mac.

El ninguneo de McDonald’s a Esther Glickstein Rose

A pesar de que se le ocurrió a Esther el nombre Big Mac, la empresa fue incapaz de comunicarle que habían elegido su nombre, darle las gracias y reconocer públicamente que la idea había sido suya.

Esther lo descubrió un día que entró en una restaurante de la cadena y vio «Big Mac» escrito en el menú. Pero ni su marido, ni sus hijos ni nadie se creían que fue a ella a la que se le ocurrió el nombre de Big Mac.

En 1972 Esther dimitió y se fue de McDonald’s. Se mudó a Chicago y entró a trabajar como asistente de ventas y marketing en la empresa Gulf Publishing.

Paralelamente, comenzó su campaña para que McDonald’s le diera cierto reconocimiento. Con el paso del tiempo empezó a ser vox populi que el nombre Big Mac fue idea suya y no de las grandes mentes brillantes de la junta directiva.

Algunos colegios de Glenview (ciudad donde ella vivía) escribieron cartas a McDonald’s. Varios programas de radio y de televisión también apoyaron a Esther. La revista Maxim le propuso hacer una sesión de fotos con Big Macs.

McDonald’s rechazó compensarla de alguna forma alegando que se le había ocurrido el nombre mientras era empleada de la empresa y que además se le había pasado a ella el plazo para reclamar los derechos del nombre.

El reconocimiento tardío y cutre de McDonald’s

En 1985, la empresa le envió una placa de reconocimiento y agradecimiento por su “contribución al desarrollo del Big Mac”.

Esther comentó en una entrevista que sí, que el departamento legal le dio por fin el crédito del nombre del producto más exitoso de la empresa, pero que no la dieron ni un centavo de compensación.

¡Qué cutres! Una placa con una foto … con la de millones de dólares que factura McDonald’s, una placa por el tercer nombre más exitoso de una marca. Encima se la envían por correo y no se la entregan en mano.

Esther Glickstein Rose, la secretaria que puso nombre al Big Mac

En una entrevista, le preguntaron cuál había sido su mayor aprendizaje de esta experiencia y ella respondió:

«Cuando crees algo, saca el copyright, registra la marca o paténtalo. Yo era joven y no lo sabía. No me compensaron económicamente … pero no estoy amargada. Se me dibuja una sonrisa en la cara recordando a la gente que decía “ahí está la señora Big Mac” y a los que le pedían un autógrafo.»

Una mujer polifacética

Como dije en párrafos anteriores, Esther dejó McDonald’s y se incorporó a Gulf Publishing. Allí trabajó 14 años como secretaria de ventas y marketing.

Se casó. Tuvo 2 hijos y 6 nietos.

En 2010, recibió el Premio al Servicio Comunitario de la Asociación de Distritos de Parques de Illinois en reconocimiento a sus más de 30 años, supervisando el programa de voleibol para adultos del Distrito de Parques de Glenview.

Disfruta con el teatro y ha actuado en muchas obras teatrales. De hecho, es miembro de la junta directiva de Highland Park Players.

Ha escrito muchos cuentos infantiles y ha publicado un libro de más de 100 poemas.

Trabaja como asistente administrativa en el refugio de animales, Heartland Animal Shelter en Northbrook. Sus compañeros allí han dicho que no conocen a nadie que trabaje tanto como ella, cuidando a los animales y buscándoles un hogar.

A Esther le encanta viajar con su pareja en su Harley.


¿Conocías esta historia?

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