EstiloEstilo, modo de escritura peculiar de un escritor, de un género literario o de una época. En latín stillus era el punzón que se usaba para escribir en las tabletas enceradas, y hoy la palabra estilo designa el conjunto de rasgos propios de un escritor, tanto sus medios expresivos como sus objetivos literarios, y que difieren de la gramática normativa en tanto que ésta define las formas de una lengua y su corrección universal.Desde la antigüedad, el conjunto de los procedimientos del estilo constituye el objeto de la retórica, que a su vez es el conjunto de normas de la expresión literaria y el instrumento que la crítica utiliza para valorar una obra. La teoría llamada de “los tres estilos” prescribe la utilización de cada uno de ellos en función del género literario usado: según el tipo de obra, el autor debe optar por un estilo sencillo (o bajo), un estilo temperado (o medio) o un estilo elevado (o sublime), cada uno de los cuales está definido por una sintaxis y un vocabulario específicos; también se establecen los diferentes tipos de situación, de personajes, o de ambientes o decorados posibles por cada género.La teoría de los tres estilos se transmitió, en muchas ocasiones, de un modo dogmático desde la edad media hasta principios del siglo XIX. Así, la tragedia (véase Teatro y arte dramático) exigía un estilo elevado, y la poesía, un estilo medio. Pero, con la llegada del romanticismo, principalmente, se impuso la idea de que lengua y pensamiento forman una unidad y que la lengua es la expresión directa de una determinada situación, de un estado de ánimo, de una voluntad. Así pues, se acabó con la idea de un arte entendido como oficio que supone unas técnicas con las que realizar un trabajo y que a través del esfuerzo se consigue la maestría. Desde este punto de vista, el estilo no es nada más que un catálogo de formas universales anteriores y exteriores a la expresión concreta, pero que muestra el carácter de autenticidad y unidad de un mensaje, de la expresión de un genio individual: “El estilo es el hombre”. De todas maneras hubo que esperar hasta el siglo XX para que el estilo fuera considerado como objeto de estudio particular a través de la estilística que analiza la obra literaria atendiendo al proceso creador del autor, desde la elección del tema, su desarrollo y su escritura.
2 CLASES DE ESTILO
Si el estilo es la manera peculiar de escritura de alguien, esto es algo tan amplio y vago que es imposible definir y especificar el estilo de cada autor. Por lo tanto, generalmente, se usan diferentes adjetivos para precisar o relacionar una obra con otro texto, autor, escuela o periodo; así, se puede decir que un texto es barroco cuando se quiere hacer mención a algo muy ornamentado y de gran complejidad formal o conceptual, haya sido escrito en el siglo XVII, cuando estuvo en su apogeo este estilo, o en momentos anteriores o posteriores. También se puede hablar de una novela cervantina, y con ello no se está afirmando que haya sido escrita por Miguel de Cervantes, sino que tiene rasgos de este autor. Por lo tanto, cualquier adjetivo, dentro de su contexto, puede emplearse para resumir un estilo, como popular, clásico, oscuro, realista, moderno, surrealista, cinematográfico, humorístico, urbano, panfletario, juvenil...Sin embargo, cada texto tiene una estructura y esta también se define estilística y formalmente. En estos casos se habla de estilo directo, cuando son los personajes los que hablan e intervienen por sí mismos y el autor permanece fuera de la obra. Es el caso de las obras teatrales y de los diálogos. El estilo indirecto, propio de la novela, ensayo o poesía, es cuando el autor cuenta en tercera persona algo. En el estilo indirecto libre se producen cambios desde el narrador en tercera persona al personaje. Lo normal es que el autor los combine a su conveniencia y que incluso utilice otros como el autobiográfico, en primera persona, el monólogo interior y otros muchos.