Durante los últimos 10 años he tenido la suerte de haber vivido en Huelva, Sevilla, Barcelona y Madrid. Por ello he vivido de primera mano el tema que aquí hoy tratamos.
No obstante, nos basta con un par de días por Sevilla o Málaga para darnos cuenta de que el caballero en estas zonas viste con algo más de alegría, quizás motivado por el buen tiempo general. Su vestimenta se prodiga en colores, y aunque es clásico le gusta arriesgar con los complementos.
Sin embargo, en Madrid, Toledo, Salamanca o Segovia nos encontramos con un estilo algo más sobrio y tradicional.
El hombre clásico del centro de la península arriesga menos en su vestimenta. Va a lo seguro y a lo que siempre ha funcionado -y funciona-. En cuanto a colores también suele optar por no llamar demasiado la atención, seguramente prefiera un zapato cerrado de cordones a un mocasín más abierto. Y opte por un traje azul marino antes que por uno azulón.
Barcelona siempre me ha llamado la atención por ser siempre bastante independiente en todo lo que a artes visuales se refiere. Y la moda no es más que otro reflejo visual de la sociedad. Los catalanes son muy modernos en general y llevan un paso más allá el afán por experimentar y buscar nuevas combinaciones.
El hombre clásico catalán (minoría en las calles) innova en materiales, texturas y combinaciones más que en colores. Gusta de combinar un look sobrio y elegante con toques informales en zapatos, peinados, barbas o bigotes.
Quizás sea el que más se deja llevar por tendencias italianas y en general está más influenciado por modas extranjeras que españolas.
Además nos encontramos con zonas intermedias como la Extremeña, con influencias tanto andaluzas como madrileñas y de alrededores. En ciudades como Zaragoza y Valencia también nos encontramos con un caballero a medio camino entre el centro y la zona catalana, quizás algo más moderno y vanguardista incluso.
¿Y tú que piensas?
Estas reflexiones son sólo fruto de mis viajes y estancias, pero seguro que vosotros tenéis otro punto de vista distinto.. También hay que tener en cuenta lo que comentaba al principio, y es que cada vez son más difusas las líneas que separan a un estilo u otro.
Nota: Las fotografías e imágenes de este artículo solo pretenden ilustrar pero en ningún caso pertenecen a caballeros de las regiones comentadas.