Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Unidad para la Salud Longeva y el Envejecimiento del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, combinaron los resultados de 33 proyectos de investigación llevados a cabo en el pasado, en los que participaron más de 50.000 personas y que relacionaban la fortaleza física y la mortalidad.
Los científicos encontraron que las tasas de mortalidad eran un 67% más elevadas entre las personas con los apretones de mano más débiles que entre los que mostraban más fuerza. Además, la mortalidad entre las personas que tardaban más en levantarse de la silla resultó ser el doble de la de quienes lo hacían a más velocidad. La velocidad al caminar y la capacidad de mantenerse en equilibrio sobre una sola pierna también mostraron ser buenos indicadores para la esperanza de vida. “Estas medidas pueden convertirse en herramientas útiles para identificar a los ancianos con más riesgo de fallecer en una comunidad”, concluyen los autores.