10 septiembre 2013 por bynzelman
Le escribo estas palabras esperando que tenga a bien leerlas (cuando tenga usted un rato, que me han dicho que anda muy liado). Sepa, ante todo, que no creo en su existencia de Usted (con lo cual percibirá la enorme paradoja que supone que me dirija a Usted), pero sé que hay mucha gente que cree y otra que dice creer (que otra cosa es que crea). Esta misiva pretende hacerle ver un error de bulto en su institución. No sé yo mucho de escrituras sagradas ni de libros de Santos, pero a mí me da que, en la época en la que surgió el cristianismo, tenían ustedes mucha competencia con las otras religiones monoteístas y se les ocurrió un truquillo para atraer al personal y hacer crecer el número de feligreses: el perdón.
Señor Dios: al parecer, hagan lo que hagan, los creyentes de su religión de Usted, si se arrepienten de sus pecados, aunque sea con un hilo de vida, van igualmente al cielo. Lo cual a mí me parece una gran injusticia, porque verá: aquí los hijos de la grandísima puta los tenemos que aguantar todos los días, y luego va Usted, los perdona, y los pobres que crean de verdad se los tendrán que encontrar campando a sus anchas después de haber hecho fechorías a mansalva. ¡Imagínese Usted, Señor Dios! Me extraña que no tengan ahí arriba una guerra campal (aunque claro, para eso está el infierno con todos aquellos que no se han arrepentido, que ya me dirá: estará más vacío que mi cartera,… uy no, en mi cartera hay telarañas).
Pues eso, Señor Dios, le advierto que por aquí hay ahora mucho cabroncete haciendo de las suyas, y que muchos son de su escuela, y que luego querrán pedir perdón (aunque hay una por aquí que ha dicho algo así como “que se jodan” y todavía no ha pedido perdón a nadie, ni siquiera por respeto a todas aquellas personas a las que representa… ¡qué cosas, Señor Dios!). Le recomiendo que haga Usted una revisión de estas cosillas, más que nada por no mezclar a gentes de bien con chorizos y sinvergüenzas, que eso, a la larga, genera mucha inestabilidad. Y no querrá Usted que el cielo sea democrático y acaben gobernando los mercados (válgame Dios… digo, válgame Usted, que ya no sé ni lo que digo).
Atentamente:
Yo.
(Publicado en facebook el 16 de Julio de 2012. Si lo llego a escribir hoy les hablo de la cuántos perdones debería pedir la “Bottle”, pero ya estarán saturados, que lleva dando lo mejor de sí misma desde hace tiempo).