Estimados archienemigos de la red

Publicado el 13 febrero 2014 por Trinitro @trinitro

Por la vida no puedes pasar sin que a alguien le caigas mal, muchas veces por motivos totalmente irracionales y otras veces por motivos fundados. Mientras en la vida real si no es tu vecino, tu compañero de piso, tu compañero de trabajo, alguien de tu familia o tu jefe puedes pasar completamente sin tener que tratar con esa persona, en la red hay personas a las que no sabes muy bien porqué y se transforman en “archienemigos” de los que no te puedes librar.

Yo tengo una docena aproximada de personas a las que puedo describir como “archienemigos” en la red. Los tengo bloqueados en las redes sociales (son más plastas aún de lo que yo puedo ser), y si me envían mails o comentarios simplemente les ignoro.

Pero… ah… las redes sociales es imposible no cruzarte con ellos. Te siguen en el blog, te siguen en tu vida política, si no te das cuenta hablan de ti en foros y apareces, citado sin que lo esperes en conversaciones en la red que han iniciado tus archienemigos.

Yo puedo entender que alguien de éxito empresarial, o un cargo público, o alguien con responsabilidades públicas de algún tipo es una persona expuesta al blanco de las iras de la masa enfurecida, que de forma justa o injusta se dedicará a tirarle twitts, mails, protestas en change.org o protestas de todo tipo y forma en el off-line.

También entiendo que hay personas que en la red son muuuuy relevantes. Y cuando digo muuuuy relevantes me refiero a twitt-stars, blogueros de ultra-referencia, gente que sale en la televisión, o estrellas de youtube. Entiendo que la envidia por el éxito merecido o que algunos crean que su éxito es inmerecido pueda mover a que sufran cierto “mobbing” digital.

Pero hay un problema con los que somos mindundis y a los que siguen citando de forma sistemática como el ejemplo del mal supremo por parte de los archienemigos personales. Yo pensé que dejando todos mis cargos orgánicos en el PSC me libraría de esta plétora de personajes, pero ni a esas.

Lo triste de los archienemigos, al menos los míos, es que a diferencia de Batman o Superman que se enfrentan a mentes preclaras (pero perturbadas), que se enfrentan a gente con superpoderes (pero perturbados), que se enfrentan a genios del mal (pero perturbados), mis archienemigos, son solo perturbados.

Y quiero diferenciar un troll de un archienemigo, un troll te trollea, si pasas de él, le borras sus comentarios troll en el blog, le bloqueas, le ignoras, más tarde o temprano se termina cansando y te deja en paz excepto alguna aparición esporádica. No, los archienemigos están ahí, siempre, puedes huir de ellos pero no esconderte. Si te asomas por la esquina digital los verás buscando como pegarte una colleja.

No entiendo que lleva a algunas personas a asumir ese papel de archienemigo perturbado tan ridículo. No soy nadie, no tengo ningún poder, mis perfiles en las redes tampoco son tan superimpactantes, y no estoy en posición de tomar tantas decisiones que puedan perjudicar a tanta gente.

Mis archienemigos me recuerdan bastante a Pierre Nodoyuna o al doctor Doofersmith. Bastante ridículos, con un toque divertido, pero que en el fondo no te dignifican. Uno hecha de menos que sus autoproclamados rivales perturbados se parezcan más a Joker o a Lex Luthor.

Seguramente porqué un servidor se parece menos al hombre de acero y más a los Slaghs Brothers en el rocomóvil.