ESTO ES FUTBOL, NO CAMBIO DE CICLO
Ya advertíamos el lunes pasado del peligro de los campos alemanes. Pero tampoco es para tirar por elevación asegurando que el fútbol germano le suelta al nuestro sopas con honda y mucho menos para asustarnos por el posible potencial de su selección, como tanto se ha dicho por ahí, ni siquiera para hablar de cambios de ciclo en el fútbol europeo; concretamente en el caso del Barsa.
Reconociendo que nos dieron un repaso ocasional, ni el Bayern es el Brasil de Pelé, ni siquiera el Barsa de Guardiola; ni el Borussia es el Milán de Sacci, y tampoco mejor equipo que el Madrid actual. Como tampoco Lewandowski o Ribery son Messi o Cristiano, ni lo serán nunca. Ni Gotze y compañía y Javi Martínez aguantan la más mínima comparación con Alonso, Xavi o Iniesta. Otra cosa es que en un partido concreto luzcan aquellos más que éstos, porque el fútbol es así, pero unos por noveles y otros por veteranos no llegarán ni han llegado ni de lejos a los que juegan en nuestros equipos.
El Barsa jugó horrible, sí, pero aún así le golearon gracias a que los árbitros lo permitieron: al menos dos de los goles germanos fueron ilegales. Imaginemos que ocurre al revés. Que un Barsa en su mejor día coge a los teutones en su peor partido; se llevan seis como mínimo, ¿o no? Y sin necesidad de ayudas.
Lo mismo ocurre con el Madrid. Al polaco se le apareció S. Estanislao el otro día. Aun siendo buen futbolista, ese tronco no mete más cuatro goles en su vida. ¿Por qué no se los metió al Málaga? Que además le pasó por encima a los alemanes siendo eliminados injustamente gracias a los del pito. Pues sencillamente porque Pepe no es Demichelis ni tuvo su día tampoco. El argentino no le dejó tocar bola anticipándose oportunamente a sus previsibles y no muy rápidos movimientos, pero el luso le marcó siempre justo por detrás dejándole margen de maniobra para revolverse, y tampoco estuvo bien apoyado por el excelente Varane. Me gustaría verle con Ramos o Piqué en su nuca., o con un Pujol en buena forma. Apuesto a que cogería alguna de cabeza y poco más, como ya ocurrió en su enfrentamiento con nuestra selección.
Seamos serios, el Barsa ya viene cantando la gallina fuera de casa, y dentro también menos contra el Milán, desde hace unos meses. Y el problema que sufre tiene nombre y apellidos: falta de dirección técnica. Tito Vilanova recogió el testigo y el trabajo de Guardiola, en el que también tuvo su participación, y el equipo aguantó los cuatro o cinco primeros meses de competición mientras que la inercia anterior les fue llevando. En cuanto hubo que variar por las causas que en el fútbol surgen periódicamente no ha habido respuestas. También es verdad que la enfermedad del técnico – por nadie pase- habrá influido, pero el otro día en Munich yo no sabría decir quién estaba más sobrepasado, si los jugadores o el técnico. El equipo está mal física y anímicamente y juega de corrido, sin variaciones tácticas ni técnicas. En la tele no se ve bien el fútbol porque sólo enfocan a los que están cerca del balón, pero tanto pase horizontal quiere decir dos cosas: o los de arriba no se desmarcan ni hacen diagonales jugando sin balón o los medios no tienen confianza para hacer pases profundos de veinte, treinta o cuarenta metros. Y eso con D. Pep no pasaba. Ni jugaban siempre los mismos y con la misma disposición en el campo. La innovación en cualquier deporte es fundamental, y en eso el de Sanpedor es un adelantado, por mucho que el tal Freixa, a la sazón directivo boqueras del Barsa quiere establecer comparaciones entre Pep y Tito; debería dedicarse a otros menesteres y no a meter la lengua.
Y lo del Madrid es fácil de explicar. En cuanto falla la columna vertebral del equipo: Ramos- fuera de su sitio-, Alonso – a medio gas-, y Ronaldo sin que nadie le meta buenos balones, pues se acabó el cuento de Mourinho; porque otro sistema no tiene, ni sabe, ni de buen fútbol tampoco, como en ningún sitio que ha estado. Y menos mal que Diego López está respondiendo.
Pero, en fin, el Barsa lo tiene muy mal y el Madrid más asequible por el gol que marcaron. De todos modos yo no tiraría aún la toalla. Es fútbol.